martes, 31 de julio de 2012

BREVE HISTORIA DE LA FORMACIÓN DE LOS PAÍSES BÁLTICOS


Breve historia de formación de los Países Bálticos;
Larga experiencia personal en el “paraíso socialista”.


    Hace años en una entrevista para una revista letona yo mencioné el Islam como una religión interesante, dando a entender que para mí es simpática. Años más tarde, ya viviendo en Barcelona, por fin yo pude encontrar la traducción en castellano y leer el Corán. Esto fue una buena lección para mi nunca más hablar y opinar de cosas que no conozco lo suficientemente bien.
   Por esta razón no puedo declarar que soy, por ejemplo, fascista porque no sé prácticamente nada de la ideología fascista. Lo mismo puedo decir del nacionalsocialismo - aunque por lo menos “Mi lucha” de Adolf Hitler ya la he leído. Tampoco puedo decir que soy antifascista o antinazi – las tropas alemanas hoy llamadas fascistas o nazis liberaron mi país nativo y, de otra parte, conozco demasiado bien la cocina de la propaganda antifascista y antinazi. He tenido que estudiar la historia de la ideología comunista, la historia del Partido Comunista de la URSS, el materialismo histórico, el materialismo dialéctico, la estética marxista, la economía política del capitalismo, la economía política del socialismo y hasta el comunismo científico. En todas estas asignaturas había obtenido “sobresaliente”, menos en la economía socialista, donde obtuve solo “notable” porque algo en mi no le gustó al profesor de esta asignatura al comunista judío Golfman. ¿Por qué cuento todo esto? Porque lo único que puedo decir de todo corazón, de mi experiencia y de mis estudios oficiales y extraoficiales es que soy anticomunista. Con la conciencia limpisima. En mi vida yo he tenido una suerte casi increíble y mi deber es decir la verdad y contar la verdad. Y la verdad es que no hay y no ha habido nunca un poder más horroroso, más cruel y más antihumano como el poder de los comunistas.
   Quisiera citar las palabras del periodista británico Timothy Garten Ash en el periódico “El País” del 29 de septiembre de 2002: “Una cosa es decir que el comunismo nació como un ideal noble pero otra, completamente distinta, es insistir que en la práctica es posible un sistema comunista humano. Yo pienso como Leszek Kolakowski (filósofo polaco) que hablar del comunismo democrático es lo mismo que hablar de bolos de nieve fritos.”
   Pero - para no dar la impresión que bajo la dictadura ruso-soviética la gente había olvidado hasta sonreír por completo mencionaré algunos chistes de la época. Muy populares fueron los de la seria de la llamada Radio Armenia los cuales siempre eran actuales, graciosos, agudos y políticamente picantes.
  • Pregunta a la Radio Armenia:
“¿Como se puede definir el socialismo?”
Respuesta:
“El socialismo es el camino más largo hacia el capitalismo.”

  • Otra pregunta:
“¿Quiénes elaboraron la idea del socialismo – científicos o políticos?”
Respuesta:
“Sin duda alguna fueron políticos porque los científicos hubieran aprobado una cosa tan peligrosa primeramente con animales.”


  • Pregunta:
“¿Se puede construir el comunismo en Armenia?”
Respuesta:
“No se puede porque el Secretario General del Partido Comunista de la URSS dijo que el comunismo ya no está detrás de las montañas pero Armenia sí que se encuentra al otro lado del Caucazo.”

  • Pregunta:
“¿Se puede construir el comunismo en Israel?”
Respuesta:
“Los consultados políticos judíos contestaban que en general teóricamente es posible pero Israel es un país pequeño y - ¿para qué un país tan pequeño necesita una felicidad tan grande?”
  
                   
                    Por nacimiento pertenezco a un pueblo bastante pequeño. Los habitantes de Letonia actual oficialmente apenas llegan a los 3 millones aunque como país en sentido geográfico Letonia es más grande que Dinamarca, Suiza, Estonia, Lituania antes de la II Guerra mundial, Moldavia, Eslovaquia, casi el doble que Albania y Holanda y más que el doble que Bélgica. La causa de no ser Letonia más poblada será muy clara si pensamos un poco de los hechos históricos en lo largo del pasado milenio.
   En general a mi no me extraña que hasta hace muy poco los españoles de la calle no sabían nada o casi nada de los países Bálticos y sus pueblos ya que sobre este tema había un silencio bien orquestado. Los dos grandes rivales y enemigos eternos mutuamente cambiaron los ataques de los ejércitos en sus intentos por ocupar nuestras tierras, esclavizar nuestros pueblos o por lo menos matarlos y enviar sus colonistas a toda la costa Este del Mar Báltico. Los rusos después de la II Guerra Mundial intentaron ocultar la existencia de nuestros pueblos o falsificaron enormemente nuestra historia.
   Lo que no puede ser es la incompetencia de varios “historiadores” contando unas invenciones anticientíficas incluso en manuales para institutos o libros oficiales. Mencionaré solo un par de ejemplos:
   En el libro de geografía “Los países del mundo” el cual había sido escrito por catedráticos de geografía e historia tales Antonio Plá y Santiago Sobrequés y aprobado por el Ministerio de Educación Nacional en el año 1958 y editado en 1962 los autores escriben de los “Antiguos Estados Bálticos” así: “...habitados por una activa población campesina de origen finés (los estonios) y eslavo (los letones y lituanos)”. Sea como sea pero por lo menos unos catedráticos deberían saber que los pueblos bálticos no son y nunca han sido eslavos.
   Hasta el año 2006 el Circulo de Lectores edita “Atlas Mundial Ilustrado” donde en la página 25 aparece una tabla de idiomas –una vez más descubro para mi asombro que los idiomas bálticos están en un grupo con los eslavos. Es lo mismo si algún catedrático inglés, digamos, escribiese un artículo lingüístico y pusiese el castellano en un grupo de idiomas junto con el árabe – ¿porqué no? - son vecinos y los árabes también gobernaron una parte de España durante varios siglos...; o - que los catalanes son semitas porque varias décadas el condado de Barcelona formaba parte del estado judío de Septimania. ¿Me explico?
   Para que toda la historia del siglo XX estuviera más clara necesitamos recordar brevemente la historia de los baltos y la formación de los Países Bálticos, naturalmente sobre todo de Letonia como mi país natal. Todas las fechas y hechos mencionados son verídicos y basados tanto en documentos de la historia de nuestros países como en libros históricos, en los recuerdos de mi familia, de mis amistades y compatriotas y, como no, lo vivido personalmente por mi. Incluso las 3 banderitas de los 3 Países Bálticos las cuales utilizo en mi discurso son auténticos testigos de la historia – la de Letonia es de uno de los primeros todavía peligrosos encuentros de disidentes de los Países Bálticos en la primavera del año 1988 en una iglesia en Estonia, las de Estonia y Lituania son de los congresos de la fundación de Frentes Populares del 1 de octubre en Tallin y 22/23 de octubre en Vilnius (Sajūdis). En los 3 encuentros el servidor fue delegado o observador.
   
     Todavía no se sabe con seguridad la época exacta de la venida de las tribus baltos en la costa del mar que después será nombrado con su nombre – Báltico. En cualquier caso los arqueólogos afirman que no hay ninguna duda que los baltos ya estaban situados en el territorio actual por lo menos 3000 años antes de Cristo. Las tierras de las tribus baltos – cursos, prusianos, augshtaichios, zhemaitios, selios, zemgalios, yatvingos, galindos, scalvios y latgalios – extendieron desde Polonia en el sur hasta la actual Estonia en el norte y hasta los alrededores de la actual Moscú en el este. En el territorio de Letonia vivía también otro pueblo del grupo finés – los livos (en nuestros días la lengua liva la hablan alrededor de por unos fuentes 30 personas por otros 200 personas pero su cultura es muy protegida).
   Por escrito los baltos por la primera vez mencionó Heródoto 5 siglos antes de Cristo, llamando los “neúros”. En I siglo de Cristo de los baltos escribió Publio Cornelo Tácito en su obra histórica “Germania”, llamando los “aístos”. Es curiosa su frase que los aístos buscaban ámbar y no eran tan vagos como mucha otra gente... En la misma época el geógrafo y astrónomo Tolomeo ya mencionó algunas tribus por su verdadero nombre (los galindos, por ejemplo).
   Más noticias de los baltos, sobre todo de los cursos, se saben de la época de los vikingos. Los vikingos de Suecia y Dinamarca y los cursos con frecuencia visitaron las costas de unos y otros, luchando, robando o haciendo negocios.  En el año 1930 cerca de la actual ciudad Liepaja los arqueólogos encontraron restos de un campamiento sueco del siglo VII. Algunos historiadores piensan que la palabra “señor” – “kungs” en la lengua letona podría ser recuerdos de las relaciones mutuas entre los cursos y vikingos – en sueco la palabra es muy parecida “kung o konung”. Leyendas suecas cuentan que alrededor del año 750 dos reyes suecos Harald y Ring empezaron la guerra entre ellos y pidieron ayuda a los baltos: Harald a los livos y el vencedor Ring a los cursos. En el año 835 el rey danés Horich I con gran flota y numeroso ejército intentaba invadir Curlandia. En dos sangrientas batallas fueron vencidos - en la tierra los daneses perdían mitad de sus soldados y en el mar los cursos capturaron más de la mitad de su flota. El rey Horich I después perdió la corona de Dinamarca.
   En el año 1070 el historiador clerical alemán Adan de Bremen escribió de los cursos: “... Allí hay mucho oro y plata y los mejores caballos... De todo el mundo los visitan la gente, sobre todo de España y Grecia, para pedir consejos a sus Dioses.”. A mi me parece un poco exagerado pero algo debe de haber de verdad.
   Muchos ataques vinieron del Este.  Se sabe, por ejemplo, por antiguas crónicas eslavas que un enorme ejército eslavo bajo los ordenes de “kñaz” (el titulo ruso - más o menos como un duque) de Polotsk Vseslavich una vez más había invadido el territorio actual balto y que fue completamente derrotado por los zemgalios en el año1106 cerca de la actual capital letona Riga, dejando en el campo de batalla más que 9000 soldados eslavos muertos – la cifra tan elevada para la época habla por sí mismo de la escala bélica. Crónicas hablan también del año 1176, cuando los estonios y latgalios vencieron la batalla de Pliskava. En el año 1180 el ejército ruso de 20.000 cabezas bajo del mando del kñaz Mstislav Valiente invadió el territorio balto y 3 años más tarde como respuesta los estonios y latgalios derrotaron a los mismos invasores ya en su propia tierra y la capital Pliskava se quedó en ruinas. Así pasó todo el siglo XII en sangrientas batallas con los eslavos.
   No tienen ninguna razón los “historiadores” quienes escriben que en esta época en el territorio de los baltos vivieron unas tribus bárbaras sin organización, sin cultura y valores morales. Los baltos estaban bien organizados en reinos y podían con éxito defenderse incluso del enemigo más numeroso.
   Con el tiempo parte de los vikingos escandinavos se sitiaron en las tierras eslavas con lo cual olvidaron su lengua y sus raíces en poco tiempo. Siendo un pueblo fuerte, bien organizado y más inteligente los vikingos se convirtieron en jefes de las tribus eslavas,  alrededor del año 1000. Los eslavos llamaron a los suecos “rús” o “ros” y se dicen que así todo el país luego obtuvo el nombre de Rossiya o Rusia.
   Alrededor de 1180 un monje de Alemania Meinhard recibió el permiso para predicar el cristianismo a los livos. Aprendió el livo y obtuvo algún éxito en bautizos de livos. Mientras el predicaba pacíficamente no tenia ningún problema pero, cuando decidió en secreto ir a Gotlandia a reclutar un ejército para “acelerar” el proceso de cristianización, los livos lo impidieron y el obispo (en el año1186 fue nombrado como tal convirtiéndose en el primer obispo de los livos) se vio obligado a quedarse en el castillo de Ikšķile, donde murió en el año 1196.
   Del obispo Meinhard y muchas otras noticias de la región poco más tarde se describió en sus crónicas un preste católico Henricus de Lettis – Enrique Letón. A partir de él se puede saber la historia de Letonia mucho más detallada.
   En el año 1198 en el golfo de Riga apareció una flota alemana bajo ordenes del nuevo obispo Bertold con los cruzados, en su mayoría saxones – por eso hasta nuestros días en la lengua estonia los alemanes se llaman saxos. El mismo obispo perdió la vida en la primera batalla (se sabe incluso que lo mató un livo llamado Imauta).
   El tercer obispo Albert consiguió permiso del papa Inocencio III para la cruzada contra los baltos y finéses. En el año 1200 bajo su mando en el delta del rio Daugava entraron 23 barcos alemanes con un fuerte ejército. Empezó una época de 100 años de guerras entre los baltos y finéses contra los alemanes pero también juntos contra los rusos. Por desgracia los antiguos letones y estonios tampoco se entendieron siempre entre ellos y esto no favoreció a su lucha contra los extranjeros.
   Oficialmente en el año 1201 se fundó la actual capital de Letonia Riga (nombre que viene del pequeño rio Ridzene, ahora desaparecido) aunque se sabe por crónicas que en ese lugar hace mucho tiempo ya había una ciudad liva. En el 1202 un monje Teodórico fundó la orden “La Hermandad de los Caballeros de Cristo” la cual por su uniforme – capa blanca con cruz y espada en rojo – pronto recibió el nombre de “La orden de hermanos de espada”. Por desgracia esta orden en diferencia de la teutona era prácticamente una banda de aventureros y ex criminales quienes mataron incluso a su primer mestre Venno. En el mismo año los alemanes y en su época el famoso rey de zemgalios Viesturs (mi nombre mis padres me lo pusieron en honor a él) se llegaron a un convenio de colaboración. Otro rey ya cristiano – el livo Kaupo – en el año 1203 fue invitado a Roma donde el papa lo recibió muy amable y se interesó mucho por las tierras del Báltico.
   Por el pueblo livo el territorio de la actual Letonia y Estonia fueron llamadas por nombre de Livonia. Más tarde el obispo Albert ofreció Livonia a la Santa Virgen María, sabiendo que la parecida diosa balta Māra fue muy estimada entre los baltos, y desde entonces se utilizaron los dos nombres – Livonia y Terra Mariana (Tierra de María).
   En el año 1219 los daneses entraron en el Norte de Estonia y pronto en lugar de la ciudad Lindanisa construyeron una nueva ciudad que recibió el nombre de Taani linn que en la lengua estonia significa “Castillo danés”. Esta es la actual capital de Estonia Tallinn.
   En el año 1229 murió el obispo Albert. En Livonia entraban muchos enviados del papa intentando frenar enfrentamientos e injusticias. El embajador especial del papa Gregorio IX el belga Alnas Balduino concluyó tratados con los reyes letones, sobre todo cursos. Livonia debería estar bajo la protección directa de la Santa Sede como un país libre y cristiano. El nombre de los alemanes o derechos de los mismos a gobernar en las tierras de Livonia ni siquiera aparecieron en estos convenios. Por desgracia Roma estaba demasiado lejos pero los Hermanos de la Espada muy cerca. Pronto la orden atacó y echó la gente del papa de Livonia, demostrando que el cristianismo no fue la meta de los cruzados saxos. La orden luchó y robó en Letonia y Lituania 6 años hasta el otoño del año 1236 cuando en la batalla de Saule los lituanos y zemgalios prácticamente aniquilaron a los Hermanos de la Espada. La orden dejó de existir.
   Los polacos tenían miedo del pueblo balto más luchador – el prusiano – e invitaban a la famosa orden teutónica a participar en las guerras en Prusia. La orden después de  casi 100 años de guerras venció. Con los siglos los prusianos se germanizaron, dejando como recuerdo el nombre de Prusia, muchos apellidos, nombres geográficos (los cuales después de la II Guerra Mundial por completo cambiaron los rusos como consecuencia de ocupación y  apode ración de la región). De Prusia comenzaba la unificación de toda Alemania y muchos prusianos germanizados fueron brillantes oficiales.
   Al final del siglo XIV se unieron Lituania y Polonia formando un país grande y fuerte – el reino lituano-polaco desde el mar Báltico hasta el mar Negro.
   Poco después la guerra perdió un rey sueco de origen alemán Albrecht von Meklenburg y se unieron tres países – Suecia, Noruega y Dinamarca bajo el mando de la última. En el año 1410 cerca de Tannenberg tenia lugar una de las más grandes batallas de Europa medieval. Los alemanes perdieron y la orden teutónica prácticamente dejó de existir.
   Parte de los teutones se fueron a Livonia y fundaron una nueva orden – la “Orden de Livonia” – con el mismo uniforme: el capo blanco con la cruz negra.  Las batallas siguieron hasta el año 1300 cuando por fin se firmaron la paz y nació el estado de Livonia o de Santa María. Las fronteras del nuevo estado prácticamente coincidieron con las de los países actuales de Letonia y Estonia. Los diferentes pueblos baltos sobrevividos se unieron en el pueblo letón y lituano. Mayoritariamente gobernaron la Orden de Livonia y obispos católicos pero los letones y estonios eran relativamente libres, tenían sus propiedades, conservaron sus armas y formaron la mayoría del ejército de Livonia. Los latgalos vigilaron y defendieron la frontera con la Rusia. Así  Livonia vivía hasta el año 1562 cuando dejó de existir como estado de Santa María. Uno de los más graves errores de los gobernadores fue en el año 1507 cuando por miedo de los pueblos prohibieron tener armas a los que no eran nobles. Otro golpe fue en la década de los años 1520 cuando de Alemania empezaron a venir muchos predicadores de luteranismo dividiendo la población. La culminación de desastre fue la guerra declarada por el zar Ivan IV El Terrible. Sin el pueblo armado la orden sola ya no podía luchar contra el ejército ruso/tártaro y empezaron las negociaciones con otros estados vecinos. La parte nórdica de Letonia y toda Estonia eligieron la protección del rey de Suecia. Curlandia y Zemgalia formaban un ducado del mismo nombre nominalmente vinculado con el reino polaco/lituano. La actual capital Riga siguió como ciudad libre hasta el año1582. Durante veinte años los rusos atacaron varias veces con una crueldad increíble el territorio de Livonia pero no pudieron conquistarlo. No se sabe cuantos letones y estonios murieron pero no fueron pocos - un viajero de la época escribió: “Por el camino de Riga a Terbata ya no se puede oír ni canto de gallo, ni algún perro.”
   Aunque pronto el territorio de Letonia y Estonia otra vez fue escenario de batallas, esta vez entre los suecos y polacos, los tiempos del ducado de Curlandia (1562-1795) y llamados “tiempos de suecos” (1561-1711) en la parte nórdica de Letonia destacaban como más prósperos del pasado milenio hasta la completa formación de estados de Letonia y Estonia. Los suecos defendieron a los campesinos, fundaron muchas escuelas y también la primera universidad en Terbata el cual fue gran centro educativo de todos los pueblos del Báltico. Los letones formaban parte del ejército sueco, incluso se traducía en la lengua letona el código del ejército y los reclutas juraban su lealtad en letón.              
   Un sacerdote Ernest Glück tradució la Biblia en la lengua letona que fue imprimida en el año 1689. Es curioso mencionar que otro sacerdote leton nis Reiters empezó a traducir la Biblia ya en el año 1656 pero la traducción se quemó en 1677 en un incendio en la iglesia de Sant Peter en Riga. Una temporada nis Reiters tuvo que pasar en el exilio en Polonia y Alemania donde entre otras cosas editó “Padre Nuestro” en 40 lenguas – este libro de nuevo fue editado en el año 1954 en Copenhague, Dinamarca.
   El Ducado de Curlandia con el gobernador el duque Jēkabs o Jacobo (1642-1682) consiguió gran prestigio y riqueza. El duque tenía contratos de mercancías incluso con Francia, España e Inglaterra. La flota de Curlandia era más grande que la de Francia, en los astilleros del ducado construyeron buques de guerra y barcos para Inglaterra y Francia. España compraba los famosos pinos de Curlandia para mástiles de sus propios barcos. Curlandia obtuvo colonias – Tobago en América y parte de actual Gambia en África. En Tobago y las islas cercanas hasta en nuestros días se puede encontrar gente con apellidos “Kurland” – son descendientes de los colonistas curlandeses. Hay también en Tobago una fiesta popular que se llama “La venida de los curlandeses”. Los reyes Carlos I y Carlos II Estuardos pidieron prestados barcos, cañones, material de guerra y dinero. Los reyes perdieron la corona y sus deudas a Curlandia no han sido devueltas hasta hoy... Al papa el duque de Curlandia ofreció 40 buques de guerra y 24.000 hombres para la conquista y cristianización de nuevas tierras trópicas.
   En el año 1700 empezó la Gran Guerra del Norte. Al nuevo zar Pedro I no le gustó la poderosa Suecia y él en secreto firmó varios convenios con Polonia, Saxonia y Dinamarca. Los saxones atacaron a Riga y los rusos a Estonia. El joven rey sueco Carlos XII vino con un ejército de solo 10.000 hombres pero derrotó a los rusos y luego también a los saxones. En las batallas activamente participaron los letones y estonios. Muchos bien situados campesinos dieron al rey sus ahorros para poder luchar contra los invasores. Por desgracia para las tierras del Báltico el rey decidió por acabar primero con el rey de Saxonia Augusto II y se marchó allí dejando en Letonia y Estonia pocas fuerzas armadas. Carlos XII ganó la guerra en el año 1706 pero durante 5 años las tropas bárbaras de Pedro I intentaron convertir las tierras bálticas en el desierto porque no tenía la esperanza de conquistarlas. La “Crónica de Kelch” cuenta: “Ellos hicieron a los residentes muchas crueldades y sin diferencia mataron hombres, mujeres y niños o llevaron los... Muchos cientos de niños metieron como patos en carros y llevaron a Tartaria.” En el año 1705  el comandante conde Sheremetyev escribió al zar: “Tengo que notificar a Ti que todopoderoso Dios y la santísima Madre de Dios cumple Tu deseo: en las tierras del enemigo ya no hay nada que destruir. De Pliskava hasta Terbata y de Riga hasta Valka todo está destruido, todos los castillos están en ruinas. No se quedó nada excepto Pärnu y Revel (Tallinn) y alguna hacienda al lado del mar.”
   Los rusos llevaron también el traductor de la Biblia Ernest Glück y su ahijada  Katrina (Catalina) a la cual algunos historiadores mencionan como letona. La muchacha tenia una vida llena de aventuras, se casó con el zar y después de su muerte se convirtió en la emperatriz Ekaterina I – no confundir, por favor, con la tristemente famosa Catalina II.
   En el Norte Pedro I invadía las tierras de una tribu finés - los ingros y en el año 1703 empezó a construir la posterior capital de Rusia Sankt-Petersburgo. En los trabajos forzados murieron miles y miles de hombres - Sankt-Petersburgo fue construido literalmente sobre huesos humanos. El pueblo de ingros fue aniquilado – es otro sangriento crimen entre tantos en la conciencia de moscovitas a lo largo de los siglos.
   Carlos XII volvió en el año 1708. Al año siguiente el venció en Ukrania al ejército ruso doble más numeroso pero esto fue su último gran éxito. Algunos estados de Europa (Prusia, Hanover) decidieron apoyar a Rusia para obtener las riquezas de Carlos XII en Alemania. El gran rey sueco no evitó las batallas hasta que cayó en Noruega en el año 1718.
   Después del gran saqueo ruso la parte nórdica de Letonia Vidzeme sufrió también la epidemia de la peste que trajeron los invasores. Los historiadores calculan que Vidzeme perdió 3/5 partes de sus habitantes sobrevividos. Pronto los rusos volvieron y la parte nórdica de Letonia por fin estaba en las garras de Rusia. Si antes los suecos ayudaron a los campesinos y cada parroquia tenia su propia escuela, bajo el mando del zar en los años 50 del siglo XVIII en toda Vidzeme se quedaron solo 29 escuelas, pero - ¡esto sí! – abrieron 933 tabernas con buen vodka de trigo.
   Hasta el año 1795 muchos letones de Curlandia participaron en la lucha del reino polaco/lituano contra la invasión de los rusos en Lituania y Polonia. Por desgracia la superioridad numérica era demasiado grande para compensarlo con la heroicidad de los defensores de sus patrias. En el mismo año Rusia, Austria y Prusia se dividieron entre ellos lo que quedaba del antes poderoso reino. Polonia dejaba de existir como estado. En Curlandia los muy asustados nobles alemanes traicionaron a su gobernante y sin saberlo el duque Peter Bihron se rindieron a la emperatriz Ekaterina (Catalina) II, por eso recibiendo generosamente haciendas y puestos en la corte. Al duque no le quedó otra opción que aceptar los ofrecidos 2 millones de rublos, renunciar a su corona y partir para Alemania.
   Entonces - de toda la historia anterior podemos ver que los pueblos bálticos siempre han luchado contra Rusia pero hasta el año 1795 nunca han sido ni parte de Rusia y ni siquiera han sido conquistadas. Letonia ha sido ocupada por los rusos desde el año 1795 hasta el año 1918. Son 123 años. ¿Es suficiente para intentar proclamar las tierras letonas como parte de Rusia eternamente? Si es así - ¿por qué España no reclama a los Países Bajos? – eran colonias españolas desde 1556 hasta 1714. Son 158 años. ¿E India? – Estaba bajo de Reino Unido 196 años – desde 1751 hasta 1947. Y más – Al-Andaluz árabe. Desde 711 hasta 1492. Son 781 años. Hoy suena ridículo que haya musulmanes reclamando el territorio español pero hace muy poco a casi nadie en Europa occidental les parecía infundada le pretensión de Rusia a las tierras bálticas. ¿Es justo?
   Ya en el año 1802 había una gran rebelión en Letonia contra nuevos gobernantes. Después vino algo probablemente incomprensible para los españoles – el año 1812. Los hombres letones huyeron a los bosques para evitar el reclutamiento en el ejército ruso y mucha gente no ocultaba su alegría esperando a los franceses. Los rusos huyeron pero antes incendiaron en los alrededores de la capital unas 700 casas para no dejar nada. Por desgracia en el territorio letón entraron solo los ayudantes del ejército francés – los regimientos de Prusia. Igual que casi 2 siglos y medio más tarde Rusia fue salvada por un invierno muy temprano y hasta para los rusos inhabitualmente frió.
   Siguieron  muchas rebeliones de cuales destacan las del año 1841 y 1842. Pero estaba claro que así no era real vencer el ya enorme imperio.
   No pocos letones optaron por la educación y formación. Muchos iban a estudiar en la Universidad de Terbata (hoy Tartu). Otros eligieron Alemania, Inglaterra o Sankt-Petersburgo y Moscú. Letonia despertaba – igual que todos pueblos bálticos y los de Europa en general. En el año 1873 en Riga se celebraron la I Fiesta General de Canción con una coral unida de unos 1000 participantes de todas provincias. Esta tradición sigue viva hasta nuestros días, pero el número de los participantes llega hasta 30.000.
   En el año 1887 el zar mandó al senador Manasein a inspeccionar las tierras Bálticas. La gran sorpresa del senador fue el descubrimiento que estos pueblos tienen sus propias escuelas, hablan su propio idioma, mantienen incluso su alfabeto latino y sobre todo no son eslavos. En seguida empezaron a tomar duras medidas. La meta del zar Alejandro II era muy clara: un emperador, una religión, una lengua. Lo primero fue prohibir a estudiar en la lengua materna – hasta en los descansos castigaron todos alumnos quienes no utilizaban el ruso. Es fácil entender la situación si sabemos que 99% de la población no hablaban y no entendieron el ruso, solo el letón y el alemán. El zar quiso cambiar también los alfabetos lituano, leton y estonio de latín a cirílico pero esta vez los nobles alemanes venían a la defensa y nuestros pueblos han podido mantener nuestro abecedario y la religión.
   El diplómata austro-húngaro von Ehrentahl en el año1888 escribió a su gobierno: “...los conocedores del Báltico dudan que los estonios y letones permitirán rusificarse. Mucho más creíble es que... ellos van a ponerse enemigos contra todo lo ruso igual tanto como ahora son los barones alemanes.”
   Los letones formados en Europa trajeron las ideas socialdemócratas. En el año 1904 fue fundado LSDSP – el Partido Socialdemócrata Obrero de Letonia. El partido era completamente independiente de los socialistas rusos y estaba bajo influencia de socialdemócratas de Europa occidental.
   En los últimos 50 años Letonia había avanzado en todos los sentidos. La capital Riga se convirtió en la más moderna y más europea ciudad del todo imperio zarista. Prácticamente había liquidado el analfabetismo. Muchos letones fueron invitados a ocupar importantes puestos en todas regiones de Rusia. Pero la situación se hallaba cada vez más tensa y faltaba solo el último empujón para la explosión.
   El día 22 de enero de 1905 en Sankt-Petersburgo miles de familias de obreros con el preste Gapón delante iban al palacio del zar a entregar al imperador sus peticiones. El ejército abrió fuego matando más que 400 desarmados civiles. Esta barbaridad provocaba amplias demostraciones y huelgas en todo imperio. El día 26 de enero unos 50.000 letones salieron a las calles de la capital Riga en demostración de protesta por lo ocurrido pero también con consignas contra el zar y a favor de una república libre y democrática. En la calle litoral del rio Daugava el ejército ruso abrió el fuego matando 80 e hiriendo más que 200. Era el último empujón para la revolución. Luego los marxistas calificarían la revolución como obrera. Lenin escribió: “La clase obrera en Letonia empujó la revolución hasta el más alto punto – el grado de la rebelión armada.”, reconociendo que en ningún otro lugar la revolución no había tenido tantos éxitos como en Letonia y explicándolo con el más alto nivel de desarrollo y formación de los obreros letones y opresión nacional. En la realidad en Letonia la revolución de 1905 no tuvo nada que ver con las clases, esto fue la rebelión del todo pueblo contra el imperio ruso. Se fundaron milicias populares, montaron armas, en un año se anotaron más que 1000 enfrentamientos bélicos. Cerca del pueblo Tukums ante los rebeldes se rindió hasta una unidad de soldados entera y con varios cañones. En el DIA 2 de diciembre unos 1000 delegados de toda Letonia proclamaron el poder del pueblo. Por la primera vez en Europa reconocieron la igualdad de mujeres y ellas pudieron votar y ser elegidas.
   Las represalias no tardaban mucho. Después de apagar la rebelión de los obreros en Rusia las tropas del ejército ruso llamadas “expediciones del castigo” (regimientos de los cosacos – los más crueles) iban a Letonia de dos lados – de Estonia y de Lituania. Más que 2000 mil letones fueron fusilados sin investigar ni juzgar, quemaron más de 300 haciendas, muchas escuelas y casas del pueblo. Se enviaron a Siberia unas 3000 personas. Por lo menos 4000 letones huyeron a Estados Unidos, Suiza, Finlandia, Inglaterra, Francia, Bélgica y otros países. El gobierno de zar proclamó el fin del estado de guerra en Letonia solo en el año 1908. 
   El 1 de agosto de 1914 Alemania  declaró la guerra a Rusia. Entonces ocurrió hechos poco comprensibles si no entender bien la historia del pueblo letón. Muchos letones fueron reclutados en el ejercito ruso y esta vez no renunciaron defender a Rusia – aliada con Inglaterra y Francia, repito esto: aliada con Inglaterra y Francia, los países a quienes los letones confiaban. Reclutaban muchos – al corpus XX se llamaron “el corpus letón” porque casi todos eran letones. Uno de los historiadores rusos de la guerra M.Kamensky en su libro comparó la heroicidad del este corpus con la de la famosa guardia de Napoleon en la batalla de Waterloo.
   Los alemanes avanzaron y en la primavera del año 1915 ya estaban en Curlandia. Los rusos se retiraron en pánico pero llevaron a la fuerza unas 800.000 personas y arrasando con todo lo que pudieron.
    En junio de 1915 el representante letón en la Duma (congreso) de Rusia entregó al zar la petición de fundar unidades de soldados letones bajo del mando de oficiales también letones. Aunque los rusos no confiaban en los letones, la guerra iba mal y sabiendo bien el potencial bélico del “corpus letón” en el día 1 de agosto de 1915 el general-jefe de la Frente Norte-Oeste firmó la orden Nº 322 para la formación de las unidades letonas cuales llamaron “батальоны латышских стрелков” – la traducción literal del ruso en castellano seria “los batallones de tiradores letones”. Esta orden Nº 322 probablemente ha tenido consecuencias muy graves en toda la historia mundial del siglo XX.
   En dos semanas los voluntarios completaban dos batallones pero en noviembre soldados letones ya tenían 8 batallones, más uno de reserva..
   Para entender mejor los hechos posteriores hay que mencionar algunos éxitos de los nuevos regimientos. Su primera victoria el 1-r Batallón letón obtuvo ya en la primera batalla de 25 de octubre de 1915. Los letones perdieron sus primeros tres caídos. En lugar de su entierro más tarde se construyeron mundialmente conocido “Cementerio de Hermanos”. El 29 de octubre la 1-ra compañía atacó una unidad alemana cuatro veces más numerosa y ganó la batalla. Los alemanes perdieron 27 caídos, 45 heridos y 34 capturados. Los letones tenían solo tres heridos. Esta batalla fue como una sensación y noticias de soldados letones aparecieron en todas frentes. Luego de ellos y sus éxitos contaban leyendas no solo en Rusia, sino en toda Europa. El famoso poeta belga Emil Verharn habló de batallones letones hasta en un poema, el historiador Uldis Ģērmanis escribió que uno de los políticos de la época, leyendo de sus victorias, dijo brevemente “¡Ha nacido nuevo estado!”.
   En noviembre de 1916 en la frente delante de Riga en lugar de 8 batallones ya estaban 8 regimientos de tiradores letones, llamados por los alemanes “regimientos de estrellas”.
   En la historia de la 1ª Guerra Mundial  las batallas de 25 días en pantano de Tirelis se llaman “Las Batallas de la Navidad”. Los letones reconquistaron varias decenas de kilómetros pero las tropas rusas no pudieron mantener las posiciones. Las ordenes de los generales de zar eran tan extrañas e inútiles que muchos oficiales honestos en el ejército ruso y de los aliados hasta no dudaban que el gobierno ruso ya querrían que los regimientos letones desaparecen.
   En el febrero de 1917 el zar Nikolay II renunció el trono como consecuencia de la rebelión, sobre todo del ejército. Empezó la única época democrática en toda la historia de Rusia que duró 8 meses.
   No hay necesidad  hablar del golpe de estado bolchevique porque de eso están escritos un montón de libros. De mi parte tengo que explicar solo los motivos y la importancia de la participación en lucha por la poder en Rusia de la División de los Rojos Tiradores Letones (no confundir con los de simplemente tiradores letones), llamada Latdivisión, a lado de los puchistas. Si preguntamos: ¿porqué los letones lucharon al lado de los comunistas? – la mejor respuesta seria las palabras pronunciadas en el año 1957 por conocido político y escritor sueco Ture Nerman: “Yo me convertí en bolchevique hace 40 años por la razón que yo pensé que ser bolchevique significa luchar por la libertad. Hoy yo lucho contra el bolchevismo porque estoy convencido que todos quienes luchan por la libertad deben luchar contra el bolchevismo.”
      En abril de Suiza volvió Lenin con un millón de marcos alemanes para desestabilizar la situación, en mayo llegó otro famoso judío Trotsky. Había mucha propaganda y agitación por parte de los puchistas, sobre todo en las unidades letonas como más temibles del ejército ruso. El Gobierno Temporal, el elegido, no había querido saber nada de la libertad de los pueblos ocupados, por eso los bolcheviques aprovecharon deseos de la libertad y prometieron independencia a Letonia. Y – tengo que decir que más tarde Lenin cumplió la promesa, aunque hay que reconocer que en su situación no le quedó otra opción. Luego el mismo Lenin en uno de sus discursos reconoció: “Si todos estos pequeños estados hubieran marchado contra nosotros, nosotros sin duda alguna hubiéramos sido derrotados. Esto está claro.”
   En el día 16 de noviembre de 1917 en la ciudad fronteriza dividida entre Letonia y Estonia Valka/Valga delegados elegidos de todas provincias de Letonia fundaron el Consejo Temporal Nacional Letón. Hay que subrayar que allí los socialdemócratas participaron solo como observadores y los comunistas ni siquiera estaban presentes por su muy poco numeroso y prácticamente desconocido partido. El Consejo mandó a los países de Europa Occidental una delegación de tres hombres – el futuro primer Presidente de Letonia Jānis Čakste, el futuro ministro de Asuntos Exteriores Zigfrīds Meijerovics y Jānis Kreicbergs para luchar políticamente y diplomáticamente por el derecho de la ocupada Letonia volver a ser libre y fundar el estado letón.
   En el día 11 de septiembre del 1918 el ministro de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña lord Artur James Balfoor oficialmente y por escrito declaró que el gobierno británico reconoce “de facto” el Estado de Letonia. La fundación de la República de Letonia oficialmente fue declarada en el Teatro Nacional el día 18 de noviembre de 1918. Livonia por fin estaba libre aunque sea en dos estados – Letonia y Estonia.
   El nuevo estado estaba proclamado pero el gobierno no tenia nada. Todo debería empezar de zero. Naturalmente la primera necesidad fue formar las fuerzas armadas porque la división letona estaba en Rusia. El ejército letón nacional se formó con solo 3 compañías bajo el mando de coronel Oskars Kalpaks el 1 de enero de 1919. Los primeros 400 hombres tenían que empezar a defender su país junto con “landesvehr” – voluntarios baltalemanes y “La División de hierro” – voluntarios de Alemania quienes esperaban obtener la tierra en Letonia después la guerra. Con el término de “baltalemanes” habitualmente se nombran los alemanes nativos de Países Bálticos.
   Según tratado de paz de Brest-Litovsk con los aliados las tropas alemanas (el 8º ejército) deberían mantener las posiciones en Letonia y no permitir el avance de los bolcheviques.  Pronto Letonia y Estonia firmaban pactos de mutua ayuda militar. En el final de febrero de la flota inglesa las fuerzas letonas recibieron 5000 fusiles y 50 metralletas.
   Los bolcheviques rusos en Rusia intentaron ocultar a los soldados letones que ya estaba proclamado su propio estado libre o – si las noticias llegaron – afirmaron que el primer gobierno nacional se había vendido a los alemanes y Letonia iba a ser una provincia de Alemania. Con el engaño consegieron que parte de los Tiradores Rojos Letones entraron en el territorio de Letonia pensando que están combatiendo contra ocupantes extranjeros. El día 17 de diciembre de 1919 en el mismo ya mencionado pueblo Valka los bolcheviques también formaban el Gobierno Temporal y proclamaban una independiente República Soviética de Letonia. En los territorios ocupados empezó el terror rojo. Solo 5 días más tarde el Gobierno Temporal de Rusia reconocía la independencia de ésta ya segunda república en el territorio letón.
   El 8º ejército alemán se rindió a los Tiradores Rojos sin batallas. Lucharon solo los voluntarios de “landesvehr” pero perdieron. Pronto casi todo territorio estaba en manos de bolcheviques. En este momento un golpe armado hicieron también los barones baltalemanes traicionando convenios con los aliados y con los nacionales. Varias semanas Letonia tenía 3 gobiernos: el Nacional, probolshevique y pro barones.
   Pronto los Tiradores Rojos letones, menos los pocos comunistas, entendieron el engaño y cambiaron el bando. Junto con los voluntarios alemanes el nuevo ejército letón libraron la Curlandia y el 22 de mayo entraron en la capital Riga. La ya brigada nacional pronto salió de Riga para seguir expulsando los bolcheviques de Letonia pero los voluntarios alemanes de repente se separaron y marcharon al norte de donde a la capital estaba acercando el ejército reunido letón-estonio luchando contra bolcheviques. El general del mando de los aliados el inglés ser Hubert Gof ordenó a la División de Hierro cumplir con el Tratado y volver contra el Ejército Rojo pero éstos no obedecieron. Los letones y estonios estaban ocupados en batallas contra los comunistas y la División de Hierro llegó hasta la ciudad de Cesis. Por fin en la contienda con nombre de Cesis de 19 hasta 22 de junio en una sangrienta batalla el ejército unido venció. En el día 6 de julio fue liberada la capital y 2 días más tarde en el buque de guerra “Saratov” volvió  el gobierno nacional. Las fuerzas armadas letonas ya tenían 3 divisiones con 3 regimientos de infantería y regimiento de artillería. Al mando de “landesvehr” baltaleman designaron al coronel irlandés Sir Herold Robert Alexander. Es el famoso feldmariscal Alexander de la II Guerra Mundial.
   Los soldados alemanes no ciudadanos de Letonia tuvieron que abandonar el país.
   En el mismo tiempo un oficial ruso quien se apoderó del titulo fürst Avalov y después escogió el nombre de Bermont intentó formar su propio ejército de presos de guerra rusos y voluntarios antibolsheviques alemanes para luchar a favor de restitución del imperio ruso.
   El general de la vencida División de Hierro el conde von der Golz no cumplió la orden de los aliados y no volvió a Alemania. El día 1 de octubre de 1919 en la ciudad de Jelgava se celebró una reunión secreta en la cual von der Golz, un traídor letón Niedra pero sobre todo ya mencionado Bermont decidieron tomar el poder en Letonia y Estonia fundando una provincia de Curlandia y Vidzeme bajo del mando del gobierno títere de Niedra, políticamente perteneciente a Rusia. ¡Y ojo! – el nombre de Estonia debería desaparecer.
   8 de octubre comenzó el ataque a la capital. En la orden de batalla Bermont mentirosamente escribió: “...para establecer el orden en lugar del amistoso a los bolcheviques gobierno de Letonia.” El ejército de Bermont contaba con aproximadamente 50.000 hombres, 100 cañones, 600 metralletas, 3 trenes de guerra, 10 vehículos blindados y 120 aviones.
   Las mejores unidades de las fuerzas armadas nacionales, incluyendo el “landesvehr”, encontraban luchando contra los bolcheviques en el sur de Letonia - Latgalia. En la capital Riga contra las tropas de Bermont estaban solo 12.000 hombres. Después de dos días de batalla los nacionales retiraron hasta la orilla derecha del rio Daugava. Todo ocurrió delante de ojos de 8 neutrales buques de guerra – 4 franceses y 4 ingleses. Los buques no participaron en las batallas hasta que los puchistas abrieron fuego contra uno de ellos. Ayudados por los cañones de buques aliados los nacionales cruzaron el rio el 15 de octubre. El 11 de noviembre la capital fue liberada otra vez más, el 21 de noviembre Jelgava también y 28 de noviembre los nacionales echaron los restos de las tropas de Bermont fuera del territorio nacional. Curlandia estaba “limpia”.
   En el mismo tiempo en Rusia estaban la otra división de tiradores letones. Con otros grupos armados letones y los restos de primera división se formaron una división de aproximadamente 24.000 hombres. Después de fracaso en Letonia los bolcheviques no pudieron confiar más a los soldados letones para luchar en el oeste. Engañándolos mandaron la división contra tropas de los zaristas llamados blancos.
   Y allí era la situación absurda donde los soldados letones cumplieron el papel protagonista. El nuevo estado de Letonia estaba en estado de guerra con la Rusia de los bolcheviques. Los bolcheviques necesitaban la división letona pero no pudieron utilizarla contra Letonia. Letonia necesitaba la ayuda de la División Roja pero también estaba claro que sin los letones rojos la guerra iba a ganar alguno de los generales blancos (Judenich, Kolchak, Vrangel etc.) y en este caso la libertad conquistada otra vez desaparecía. No se podría esperar mucha ayuda de los aliados cuales confiaban más a los generales blancos que a  los nuevos estados. La única salida del absurdo – luchar. Y los letones lucharon. Ellos continuamente fueron mandados de un lugar a otro donde al Ejército Rojo amenazaba la aniquilación. Parece una broma pero los viejos bolcheviques recordaron que no había pocas las ocasiones cuando era suficiente a oír solo la noticia que han llegado los letones y las tropas blancas se retiraron. Seria exagerado decir que solo los letones ganaron las batallas pero de la importancia vital de las tropas letonas para los puchistas por sí mismo habla el hecho histórico que solo Lenin tenia el derecho decidir a donde mandar la Latdivisión.
   La crisis para los bolcheviques fue en el octubre del 1919 cuando el Ejército Rojo fue derrotado por las tropas del general zarista Anton Denikin. Los restos del Ejército Rojo huyeron en el pánico. Denikin empezó su marcha victoriosa hacía Moscú. Delante marcharon unidades de choque  – unidades de élite compuestas solo de oficiales zaristas. He intentado encontrar el número de combatientes del general Denikin pero nada concreto que me pueda convencer – de 6 mil hasta más de 200.000 hombres. A los bolcheviques les quedaba solo la esperanza de la famosa caballería de Budyonny y los tiradores letones. Y ellos otra vez más vencieron. Aquí hay que añadir que los ingleses ayudaron con 26 millones de libras solo al general Denikin– el estado letón en toda la guerra de la independencia recibió en ayudas de los aliados en total una 13 parte de eso...
   En Letonia quedo bajo los rojos solo Latgalia – el Sur. Los vecinos polacos también luchaban contra los bolcheviques y ambos países firmaban mutuo convenio de ayuda. La guerra acabó el 1 de febrero de 1920 cuando todo el territorio de Letonia fue liberado de cualquier ejército extranjero.
   Y otra vez una situación absurda. Rusia ofreció el Tratado de Paz a los países Bálticos. Los aliados en su vez insistían que los letones y estonios siguieran la guerra con los soviets pero negaron aceptar su independencia “de jure” sin acepto de  la “blanca Rusia” que ya no existía...
   En el Tratado de Paz de Versailles ni siquiera hablaron de Estados Bálticos - solo mencionaron sus Gobiernos Temporales.
   En esta situación Letonia decidió firmar el Tratado de Paz con Alemania en 15 de julio de 1920 y con Rusia Soviética en 11 de agosto.
   El Gobierno de Rusia prometió pagar a Letonia 4 millones de rublos de oro por daños de guerra. El segundo punto del Tratado dice: “La Rusia Soviética sin reservas reconoce la independencia y soberanía del estado de Letonia y para siempre renuncia todos los derechos que tenia Rusia sobre la tierra y pueblo de Letonia.”
   Paradójicamente así el enemigo Nº 1 tenia que ser el primer país que reconocía “de jure” el estado de Letonia.
   En Rusia los bolcheviques ocultaron a los Tiradores Rojos la existencia de Letonia como estado y el Tratado de Paz entre Letonia y Rusia. Pero después de la victoria sobre el general Denikin la inmensa mayoría ya se negaron a luchar más en Rusia. Con muchas dificultades los bolcheviques  arrancaron la promesa de los letones para la última “cruzada” contra las tropas del general blanco barón Vrangel. Los letones a pie  cruzaron el estrecho de Perecop en Crimea y otra vez más triunfaron en muy sangrientas batallas donde cayeron aproximadamente 30% de los soldados. Los sobrevividos armaron un tren entero con cañones y metralletas, levantaron la bandera letona (rojo oscuro-blanco-rojo oscuro en proporciones 2-1-2) y así cruzaron los aproximadamente 2000 kilómetros por el territorio ruso hasta Letonia. Como curiosidad se puede mencionar lo ocurrido en la estación rusa Ruzayevka. Cuando el comandante bolchevique ordenó quitar la bandera letona los soldados obligaron al comandante dar la orden que la bandera roja comunista saludiese a la bandera letona con una inclinación.
   Letonia era libre. ¿El precio? – En el año 1914 en Letonia vivía 2,5 millones de habitantes. Durante la guerra desplazaban aproximadamente un millón de cuales después la guerra volvieron unas 240.000 personas. En el año 1925 Letonia contaba con solo 1.800.000 habitantes. Faltaban más o menos unas 700.000 personas. Esto era el precio por la libertad – la cuarta parte de la fuerza viva del pueblo.
   En Rusia también se quedaron varios miles de letones y muchos de ellos fueron los primeros generales, comisarios y ministros de la futura Unión Soviética. Pero -recordamos el dicho de Stalin: “Hay hombre – hay problema, no hay hombre – no hay problema.” Así Stalin luego fusiló prácticamente todos los letones destacados para poder escribir la historia de nuevo y en su manera pero en la URSS muchos años figuraba el dicho que: “Lenin hizo la revolución basándose sobre cabezas de los judíos, bayonetas de los letones y la estupidez de los rusos,.”
   Paso a paso el nuevo estado de Letonia fue reconocido “de jure” por otros países del mundo y en el día 22 de septiembre de 1922 Letonia entró oficialmente como miembro de la Unión de Naciones.
   Se puede hablar mucho del desarrollo de la República de Letonia entre las guerras pero no es el tema principal de mi discurso. En menos de 20 años Letonia llego a ser un país europeo más, con un nivel de vida bastante más alto que, por ejemplo, Grecia, Finlandia o España. Y hay que añadir la ley de Seguro Social que aseguró a todos los trabajadores y la mayor parte de campesinos en caso de enfermedad la atención médica y los medicamentos gratis y 2/3 partes del sueldo durante la toda duración de la enfermedad. En el año 1939 Letonia era primera en Europa por sus estudiantes – 30 por cada 10.000. De estadística de grado medio podemos también comparar, por ejemplo, la de Suecia del mismo año 1939 – en Suecia 39 pero en Letonia 65 por cada 1000 habitantes. Muchos extranjeros (alemanes, polacos, estonios, rusos, judíos etc.) quienes vivieron en el país el grado elemental pudieron estudiar en su lengua materna.
    Muchos historiadores hasta hoy el día no pueden ponerse de acuerdo en la valoración del golpe de estado del 15 de mayo de 1934. Un golpe de estado muy poco habitual – sin batallas, sin tiros, sin victimas – porque el golpe hicieron el Presidente de Ministros Kārlis Ulmanis y el Ministro de la Guerra el general Jānis Balodis – los 2 héroes de la guerra de la Independencia. De una parte en Letonia la democracia políticamente se había convertido en algo demasiado dividido – unos casi 40 partidos políticos cuales luchaban entre sí y era muy difícil encontrar una solución en un país tan pequeño. De otra parte – los 5 años siguientes en el país teóricamente fue dictadura aunque muy suave y con apoyo de inmensa mayoría de los ciudadanos. Incluso el “dictador”, siendo el mismo excelente agrónomo, formado en los Estados Unidos, acabó con la crisis y económicamente el país prosperó mucho.
   Un aviador letón el capitán Herberts Cukurs construyó su propio avión y hizo 2 sensacionales para la época vuelos en solitario: de 19.000 Km. Riga – Banjul (Gambia) en el año 1933 y de 40.045 km Riga – Tokyo (Japón) en 1936. Después la guerra el pudo escapar de los soviéticos a Brasil, luego, siendo inculpado injustamente en matanzas de los judíos, el 24 de febrero de 1965  fue secuestrado y asesinado en Uruguay por agentes secretos israelí.
   En el año 1938 la Unión de Naciones eligieron como Presidente al ministro de Relaciones Exteriores de Letonia Wilhelm Munter – una personalidad brillante pero hasta hoy no estudiada lo suficientemente. Señor Munter fue de origen baltaleman y su mujer era rusa – una unión bastante llamativa en los tiempos de preguerra.
   Inglaterra, Francia y la URSS ofrecieron garantizar la independencia de los países Bálticos y Finlandia pero, confiando en su neutralidad, ninguno aceptó el ofrecimiento y todos firmaron mutuo Convenio de no agresión con Alemania. Pronto los alemanes ofrecieron a los tres países convenio de repatriación de personas de origen alemanas. En Letonia entre letones y alemanes en la época de 1ª república no había enemistades y muchos de los 60.000 baltalemanes repatriados partieron con corazón roto intuyendo el desastre que acercaba. Yo personalmente en Alemania conocí a una señora de las repatriadas y me sorprendieron sus muy cordiales recuerdos de su infancia y de sus amigos letones.
   En el 1 de septiembre de 1939 comienzo la II guerra mundial. Los Países Bálticos declararon su neutralidad pero no sabían que en el 23 de agosto ya habían sido vendidos a Moscú con el protocolo secreto de Molotov - Riebentrop.
   La URSS empezó su chantaje político – obligando a firmar convenios de mutua ayuda por lo cual los Países Bálticos deberían permitir la dislocación de bases militares soviéticas con varias decenas de miles de soldados en su territorio – en Letonia en concreto 30.000. A Lituania Stalin ”regaló” confiscado a ya no existente Polonia la actual capital Vilnius o Vilna con los alrededores – un gesto bastante inteligente sabiendo que pronto Lituania entera va a ser ocupada y así el dicho territorio podría pertenecer para siempre a la URSS. Los primeros meses los soviéticos cumplieron con su promesa, no salieron de sus bases y no intervinieron oficialmente en los asuntos internos de los Países Bálticos. Lo que esto fue solo una maniobra cínica recibimos confirmación oficial en los años ochenta cuando por la primera vez se publicaron los mapas del ejército soviético del año 1939 donde ya no estaban marcadas las fronteras entre la URSS y Países Bálticos llamando los como Letonia Soviética, Lituania Soviética, Estonia Soviética y hasta Finlandia Soviética.
   En el día 5 de octubre la URSS invitó a Finlandia a seguir al ejemplo de los Países Bálticos. El Parlamento finés rechazó la oferta tramposa. En secreto en el territorio de la URSS los rusos “formaron” un ficticio gobierno títere de varios traidores finlandeses y en el día 30 de noviembre las tropas soviéticas sin algún aviso de guerra atacaron a Finlandia esperando ocuparla en pocos días. Los rusos atacaron con 23 divisiones (450.000 hombres), 1500 tanques o carros y 900 cañones. El plan fracasó contra el amor del pueblo finés por su libertad. La URSS fue excluida de la Unión de Naciones como claro agresor. El pequeño pueblo finés luchó heroicamente por cada metro de sus tierras y parece que tiene razón las leyendas que cada finés caído llevaba consigo por lo menos 10 rusos porque las pérdidas humanas y materiales de los soviéticos eran enormes – por  lo menos de 270.000 soldados caídos y heridos, 684 aviones y gran parte de la técnica de guerra. En el día 12 de marzo de 1940 Moscú firmó la paz. Finlandia había defendido su libertad pero pagando lo muy caro. El país perdió 10% de su territorio, 17 % de su sistema ferroviaria, 10 % de su zona de agricultura, 11 % de los bosques, 17% de su capacidad eléctrica. Sea como sea pero Finlandia no sufrió la ocupación y se quedó libre.
   Ojalá los políticos del Báltico de la época hubieran sido un poco más intuitivos y antes de la “Guerra del invierno” hubieran tenido una alianza militar real.                
   Las tropas alemanas en Europa avanzaban muy rápido y Stalin tenía prisa. La experiencia de Finlandia no debería repetirse y más que medio millón de soldados rusos fueron mandados a las fronteras con los Países Bálticos. El gobierno letón otorgó a los Embajadores de Letonia en EEUU y Reino Unido el derecho a obrar como gobierno temporal en caso de no poder funcionar el gobierno en la patria.
   En la noche de 15 de junio los soldados rusos atacaron a un alojamiento de fronterizos letones en territorio de Letonia, matando y secuestrando prácticamente todos que dormían allí menos un adolescente quien escapó y después pudo contar lo ocurrido. En el día siguiente los periódicos soviéticos hablaron de provocación militar de Letonia contra su pacífico vecino y el gobierno de la URSS entregó a Letonia ultimátum exigiendo inmediatamente:
  • Formar nuevo gobierno amistoso a la URSS
  • Dejar entrar en el territorio de Letonia al ejército soviético sin límites de cantidad.
   La situación del gobierno era muy difícil porque el consultado embajador de Alemania comunicó que su gobierno no podrá hacer nada para defender a Letonia. Los otros países europeos estaban derrotados o en la lucha contra el Eje. El Presidente tomó la decisión cumplir el ultimátum,  en vano esperando así evitar una masacre. El día 17 de junio de 1940 las tropas soviéticas invadieron el país. Hay que añadir que el ejército letón no estaba de acuerdo con la decisión del Presidente y varios altos oficiales hasta se suicidaron.
   De Moscú vino el famoso verdugo el procurador Andrei Vishinsky para dirigir el espectáculo. El partido comunista de Letonia era muy débil y contaba apenas con unos 500 miembros. Entonces la mayoría de judíos de Letonia y una parte de rusos residentes organizaron “manifestaciones de alegría” a los cuales obligaron a participar algunos obreros letones directamente de fábricas y talleres. Moscú transmitió a todo el mundo que el pueblo letón con mucho entusiasmo apoya le entrada del ejército rojo y su nuevo gobierno. Al mismo tiempo el corresponsal de “Chicago Tribune” fue expulsado por escribir la verdad.
    El 14 y 15 de julio hicieron las primeras elecciones “libres”. Había solo una lista de candidatos. Los comunistas amenazaban con que los que no van a votar serán calificados como “enemigos del pueblo” y para saberlo todos los votantes recibirán un sello especial en sus pasaportes. Resultados de elecciones eran muy elevados – 98 –99% de participación y en algunos regiones incluso 102%. Quienes han estudiado bien la historia de la República Española antes de la Guerra Civil - ¿no es algo muy parecido? Y podemos recordar otro dicho de Stalin: “Los votantes no son importantes, importantes son los contadores de votos.”
   El día 21 de julio el nuevo “parlamento” votó a favor de convertir al país en una República Socialista y pedir a Moscú aceptar a Letonia como una nueva República Soviética Socialista de la URSS. Por las mismas fechas el mismo espectáculo interpretó en Lituania y Estonia.
   El día 22 de julio los ocupantes detuvieron al Presidente de Letonia Kārlis Ulmanis y llevaron a la URSS. Hoy sabemos que murió en una prisión en el Sur de Rusia.
   El día 5 de agosto el Soviet Supremo de la Unión Soviética aceptó por unánime las 3 nuevas repúblicas soviéticas. Había solo un fallo – la Constitución de Letonia no permitió al parlamento un cambio tan extremo sin previo referéndum del todo pueblo – y esto ya era suficiente para que tales hechos fueran ilegítimos.
   El periodo del junio de 1940 hasta el junio de 1941 el pueblo letón llama “el año terrible”. Los soviéticos abrieron nuevos y nuevos prisiones pero siempre fueron pocos para cada vez más detenidos. Como no tuvieron nuevos leyes se utilizaron el Código Criminal de Rusia Soviética y según esto fue muy fácil acusar a cualquier ciudadano de Letonia como “elemento antisoviético” o “traidor de la Patria”. Muchos no resistieron a las bárbaras torturas y otros simplemente fusilaron en mismo patio de la prisión. En un campamento militar cerca del pueblo Litene obligaron a reunirse muchos oficiales con motivo de falsas maniobras y todos fueron fusilados con ocultas metralletas por verdugos del ejército rojo. No se sabe exactamente el número de fusilados pero la firma es la misma que en Katyn de Polonia donde los rusos fusilaron 26.000 oficiales y algunos civiles polacos. En la noche entre 13 y 14 de junio detuvieron 16.000 inocentes hombres, mujeres, niños, ancianos y llevaron los a Siberia en coches de carga. En Letonia actual esta fecha está señalada como “El día de memoria de las victimas del genocidio comunista.”
   En total  fusilaron y llevaron a Siberia en el “año terrible” unas 34.000 personas. La documentación hallada posteriormente testifica que según el plan fue decidido a matar o llevar a Gulag y/o destierro en Siberia unas 200.000 personas solo de Letonia.
    De la cultura del Ejército Rojo y su nivel cívico me contaron mis padres y varios vecinos. Como ejemplo – las esposas de oficiales soviéticos, parece, nunca en su vida habían visto camisas de noche para damas y utilizároslas como vestidos de lujo, apareciendo así vestidas en actos públicos. Muchos de los soldados a su vez no sabían para que sirve el valer y utilizároslo para lavarse. Parece broma pero no tengo nada para no creer a la gente quienes habían vivido y visto todo esto.
   Parece que chiste siguiente viene de esta época:
·         Un turista inglés en la URSS entra en una tienda de materiales de construcción. En una de las estanterías el turista nota varias etiquetas: “El vater siberiano – 5 rublos”, “El vater siberiano de lujo – 15 rublos” etc. El inglés pregunta al dependiente: “Señor camarada, aquí yo veo la etiqueta del vater siberiano, pero en la estantería hay solo un bastón, y la etiqueta de vater lujo está puesta debajo de un bastón y un garrote. ¿Cómo entender esto?” El dependiente contesta: “Es muy sencillo, camarada turista, el vater siberiano sirve para sostenerse haciendo sus necesidades pero el vater de lujo incluye también el medio para protegerse de los osos.”
  La gran “limpieza de clases” fue interrumpida en el día 22 de junio cuando Alemania, respaldada por Finlandia, Hungría y Rumania, atacó a la URSS. Los soviéticos  huyeron, antes matando a todos sus prisioneros. La matanza podría ser aún más cruel si los rebeldes partisanos letones no hubieran liberado ya varios pueblos antes de la venida del ejército alemán. Mi padre vivía entonces en la ciudad de Liepāja y contó que en el año terrible todos los vecinos temían al edificio llamado “El milagro azul” porque allí los rusos tenían la cheka o NKVD. Una vez liberada la ciudad los alemanes dejaron entrar a la gente al edificio para ver los “trabajos” de la cheka. Mi padre me dijo años después que fue horroroso ver esto y lo peor que alguien puede imaginarse es llegar en los sótanos de la policía secreta soviética como sospechoso.
   En el día 1 de julio las tropas alemanas triunfalmente entraron en la capital Riga. El pueblo letón las recibieron con flores como verdaderos y esperados liberadores. Un periodista sueco Arvid Fredberg se encontraba en Riga y luego escribía en su libro editado en el año 1944: “Enorme mayoría de los lituanos, letones y estonios – puede ser más que 95% - creyeron los alemanes liberadores. ... Nadie pudo equivocarse en la profundidad de este sentimiento manifestado tan espontáneamente.” El periódico sueco Stockholms Tidningen de la fecha 3 de julio de 1941 escribió: “ A las 10 de la mañana del 1 de julio empezaron a sonar todas las campanas de todas iglesias de la ciudad y torrentes de la gente salieron en la calle. Por todas partes ondeaban las banderas rojo-blanco-rojo.”
   En la radio otra vez sonaba el himno de Letonia, la gente felicitaron unos y otros con la salvación de los bárbaros. Muchos voluntariamente alistaron como candidatos para luchar juntos con el ejército alemán contra los comunistas. Hasta los soldados alemanes estaban sorprendidos por tal ardiente acogida.
   Y aquí Alemania cometió un gran error. Nunca en la historia anterior y posterior todos los pueblos del Báltico fueron tan amistosos y confiados hacia Alemania. Con un poco de entendimiento Alemania hubiera podido levantar todos nuestros países contra el comunismo obteniendo fieles aliados. Junto con el ejército finés los 3 ejércitos bálticos serían un importante apoyo en la frente del Norte.
   Pero - puede ser que lo que ocurrió al principio de la venida de los alemanes no era precisamente un error sino una traición porque el concejal de Adolf Hitler en asuntos de Europa del Este fue tal Alfred Rosenberg quien posiblemente tenia sus propios planes para los Países Bálticos siendo descendiente de nobles de la antigua Livonia. Así lamentablemente los gobernantes de la zona ocupada llamada “Ostland” decidieron desarmar a los letones y estonios, formando de los muchos voluntarios solo algunos batallones de orden o policía. Pronto estos batallones enviaron al frente contra los rusos  como parte del Wehrmaht.
   La guerra no iba tan bien a los alemanes y el día 10 de febrero de 1943 Adolf Hitler firmó la orden de fundación de la Legión Letona de Voluntarios de Waffen SS. Había todavía muchos voluntarios pero se habla también de movilización. El juramento de soldados y oficiales fue distinto de los SS e igual que la famosa División Azul los letones iban a luchar solo contra los bolcheviques.
   Pronto la Legión contaba ya con 2 divisiones – la 15ª y la 19ª. Las dos juntas lucharon por la primera vez el día 16 de marzo cerca del rio Velikaya en Rusia y cada año en este día se celebran la memoria de los legionarios.
   La 19ª o la 2ª división letona fue la más famosa por su capacitad bélica de que testifica la cantidad de condecoraciones recibidas por los soldados y oficiales de la misma -muchos legionarios obtuvieron por completo todas las condecoraciones posibles del ejército alemán. La división luchó en las frentes de Leningrado, Volkhovo, Rio Velikaya, Ostrov, Opochka y finalmente en llamada “Fortaleza de Kurzeme o Curlandia” – desde octubre de 1944 hasta 8 de mayo de 1945. Esta división acabó la guerra por capitulación del Reich en Berlin, no siendo vencida nunca en batallas en el territorio de Letonia. En Curlandia el Ejército Rojo intentó 6 veces con ataques totales pero ni siquiera las batallas de Navidad cuando contra la “Fortaleza de Curlandia” iban 10 divisiones de infantería soviéticas con apoyo de muchos tanques y unos 500 aviones no dieron la victoria a los rusos. Las pérdidas de la URSS en Curlandia eran enormes pero hasta la capitulación de Berlin no pudieron vencer a los defensores de la península. Hasta nuestros días en la Academia Militar de Westpoint en Estados Unidos se estudian la experiencia del fenómeno militar de la 19ª división en Curlandia.
   Se sabe que estaba preparado un plan de ataque de “katiyushas” y bombarderos soviéticos para aniquilar y quemar todo lo vivo en toda península de Curlandia. Lo que detrás de la frente en la península a parte de los soldados y habitantes habituales estaban unas 300.000 personas refugiadas no les importaba ni más mínimo a los oficiales soviéticos – “Hay hombre, hay problema, no hay hombre, no hay problema.” Así simple.
   Un informe de la inteligencia militar estadounidense del año 1945 dice: “La 19ª División de combate está compuesta de oficiales, suboficiales y soldados letones. Esta es la más condecorada división enemiga con alta moral, enorme experiencia de combate, muy heroica y bien conducida. La última información indica que esta unidad editaría es la piedra angular de la rodeada Curlandia.”
   El Comandante en Jefe del VI Corpus de las SS el Teniente General Walter Krüger afirmó: “Yo puedo específicamente declarar que la 19ª División Letona es la mejor división de infantería en Curlandia. Los hombres de esta división saben porqué están luchando. Habrá que ser Letonia y la va a levantarse por las acciones heroicas de sus soldados.”
   La 15ª o 1ª División Letona luchó en las frentes del Rio Velikaya, Ostrava y Opochka. Después por tener grandes pérdidas la división fue transportada a Alemania para entrenamiento de los nuevos reclutas. La división otra vez entró en combate en el área de Danzig contra el Ejército Rojo. Después de ser rodeada por mucho más numeroso ejército enemigo supo salir del círculo hacia Neubrandenburg-Neusterlitz. La división se quedó fiel a su juramento no luchar contra los europeos o estadounidenses y el día 27 de abril de 1945 por lo menos el 33º regimiento bajo mando del coronel Vilis Janums se rindió a los americanos en Magdeburg. Es curioso leer las notas del primer interrogatorio del coronel Janums delante de altos mandos del ejército estadounidense. Uno de los oficiales americanos preguntó al coronel: “¿Sabía usted que en Alemania actúa la GESTAPO?” El coronel contestó: “Si, lo sé porque la GESTAPO arrestó a unos letones también.” El americano prosiguió: “¿Entonces, usted sabia esto y sin embargo usted luchó a lado de los alemanes junto con los alemanes?” El coronel contestó: “Nosotros defendimos nuestras tierras porque temimos la repetición de los horrores que hemos sufrido en el año 1941 por parte de NKVD. Pero estos sin duda alguna son muchísimo más crueles que la GESTAPO.”
   En las tropas alemanas lucharon las siguientes unidades letonas:
·         15ª Waffen-Grenadier-Division der SS (Lettische Nr. 1)
·         19ª Waffen-Grenadier-Division der SS (Lettische Nr. 2)
·         Luftwaffen Legion Lettland – Legion de aviación Letonia
·         Flak – Abteilung    -    Unidad antiaereo
·         Lettisches Feldersatz – Depot     -     Unidad del campo
·         Waffen-Grenadier Ausbildungs un Ersatz Bataillon Nº 15 – batallón de preparación
   Nadie sabe con exactitud la cantidad general de letones en el ejército alemán pero los cálculos razonables hablan de unos 200.000 soldados y oficiales. En cualquier caso es muchísimo más que los movilizados forzosamente por los rusos cuales en la II Guerra Mundial realmente no contaban con voluntarios letones.
   Han escrito muchos libros de la historia de la guerra y la participación de los letones en la misma. La URSS intentaba menospreciar la participación voluntaria, diciendo que había solo algunos traidores voluntarios y el resto fueron movilizados forzosamente. La heredera de la URSS Rusia ahora dice al revés – que muchos letones siempre eran fascistas y ahora el fascismo está renaciendo en el Báltico, especialmente en Letonia y Estonia (hay que añadir que los estonios también tenían su división de Waffen SS – la 20ª). No muy lejos de ellos van los comentarios de una web procatalana “El paz y socialismo” – se puede creer que es una broma pero me temo que detrás hay pensamientos bastante reales: “Sin duda, los letones, estonios y lituanos, son unos fascistas que deben ser perseguidos y agredidos hasta acabar con ellos.”
   Se especulan que los letones sabían muy bien que Alemania en caso de victoria no permitiría el estado de Letonia. Mi tarea de hoy no es entrar en polémica de estas alturas, por eso voy a citar solo una parte de la orden del Comandante en Jefe de la 15ª División Letona del Obersturmbanfürer SS Obwurzer del día 1 de enero de 1945: “Ustedes luchan por la restauración de Letonia independiente. Ustedes luchan por la libertad de la patria letona que después de la victoria de alemanes va a volver de ser estado independiente.”
   El historiador alemán Hans Werner Neulen las divisiones de voluntarios de las SS divide en dos grupos: letona, estonia, finés, española y las otras, explicando que la meta del primer grupo fue muy clara – la lucha contra el bolchevismo ya conocido demasiado bien para ellos.
   Siempre hay muchos ataques contra la verdad histórica. Hasta tal punto que en los últimos años bajo la presión de gobiernos europeos el gobierno de Letonia ya no permite que el día 16 de marzo fuese un recuerdo oficial. Pero en Rusia igual marchan manifestaciones antiletonas y antiestonias, demoran coches con matrículas de Letonia y Estonia, hacen propaganda para boicotear las mercancías de Letonia, atacan a turistas y hasta las Embajadas.
   Pero todavía estamos en el año 1945. Claro que a partir de 9 de mayo de 1945 Letonia y los otros 2 países Bálticos no pudieron esperar nada mejor que en el año de terror de la primera ocupación soviética. En Europa muy pocos saben que en Letonia hasta el año 1956 actuaron unidades de partisanos o maquiles nacionales y no fueron pocos – unas 20.000 personas, respaldadas por unos 80.000 activistas secretos. Todos esperaban actuaciones diplomáticas e incluso militares por parte de Reino Unido y Estados Unidos para defender los derechos de Países Bálticos ya ocupados por la tercera vez y los de Europa Central y Este. Esperaban - hasta que las noticias de Hungría dieron a entender que los estados democráticos no van a ayudar a los pueblos esclavizados por los rusos en su lucha por la libertad. Todavía hacía falta de muchos años para saber que el señor Roosevelt y el señor Churchill habían vendido a los países Bálticos otra vez más y esta vez junto con otros países centroeuropeos y del este. Es muy vergonzoso por parte de los “pilares de la democracia”. Podemos entender el pensamiento de Adolf Hitler por su pacto con la URSS porque él sabía que muy pronto habrá guerra contra el bolchevismo, pero es completamente incomprensible la postura de Roosevelt y Churchill regalando  pueblos libres al más grande monstruo de todos los tiempos.
   Stalin tenia sus manos libres y pudo seguir con su genocidio contra nuestros pueblos. Otra vez más habían deportaciones a Siberia (de Letonia en una noche 49.000 personas entre otras tantas con menos cantidad). Yo me acuerdo muy bien que hasta por lo menos el año 1961 siempre tuvimos preparadas maletas y el pan duro para el caso si por la  noche toca la hora de nuestra familia. Y estos son muchos años de ininterrumpida alerta y miedo, mucho miedo desde muy corta edad. La gente simplemente desaparecieron, sin nada más, solo rumores o noticias de vecinos quienes por la noche habían visto la famosa “Berta Negra” – así el pueblo llamó al específico camión-furgoneta de la KGB. ¿Porqué? ¿Habíamos hecho algo, sobre todo yo, nacido 4 años después de la guerra? No era necesario – ¿a caso habían hecho algo un buen grupo de niños españoles cuales del barco fueron conducidos directamente al campo de concentración (Gulag) en Kolimá? – así lo afirma el señor Rossi en el libro “The Gulag Handbook”, pagina 102 y estoy seguro que este señor no tiene necesidad de mentir. Yo puedo ser poco objetivo pero hasta la historiadora judía, nacida en los Estados Unidos, Anne Appelbaum, en su libro “Gulag” escribe mucho más de las crueldades y acciones increíblemente absurdas que una persona del mundo civilizado puede imaginar. Mi familiar político, ya hace muchos años fallecido marido de mi tía paterna fue detenido y enviado a un campo de concentración en Siberia. El nunca quiso contar nada, y pienso que le era prohibido hablar de lo vivido, pero un par de veces siendo ebrio algo se le escapó. Nunca olvidaré su escaso relato de la pequeña rebelión de los prisioneros de la una de las barracas del campo – ellos solo pidieron un poco más de comida porque tenían que trabajar duro y se acabaron las fuerzas. Entonces los guardias encerrároslos a todos en su barraca y bloquearon las puertas. El resto de prisioneros tenían que formarse en filas y mirar como en el campo entró varios tanques y con sus orugas destruyeron la barraca con todos sus prisioneros dentro...
   Y la gente quienes permitieron o hicieron las crueldades parecidas son los que más gritan de los crímenes de guerra de las SS, la GESTAPO etc. A veces hasta involuntariamente quieres decir: “Ojalá Alemania hubiera atacado primero a la URSS y una vez derrotada ésta, la situación en el mundo ya hubiera sido otra.”

   Mi niñez desde principio fue tranquila porque vivimos bastante aislados en una casita privada de mi abuela. Esto ayudó mucho a mi a entrar en el mundo maravilloso de libros en una edad muy corta – aprendí a leer antes de los 5 años y me acuerdo que en la edad de 6 años heroicamente ya había leído “El conde Monte-Cristo”, “Los tres mosqueteros” y hasta “Don Quijote”. Fui bautizado en secreto y estando mis padrinos en Siberia. En la escuela tuve que ir a partir de los 7 años. Todavía no entendía mucho de la política aunque ya comprendí que algo no iba bien por no poder recibir respuestas de algunas preguntas, por la prohibición hablar de algunas cosas, por la atmósfera común de alerta y miedo, inexplicable con palabras. Pronto paso a paso empecé a comprender algo de media frases y de la radio “La voz de América” en letón que en secreto escuchaba mi abuelo y mi padre. Un par de manzanas de nuestra casa sobre plena calle cayó un avión militar soviético matando a todos los habitantes de un edificio. Entre otros murieron el marido y dos pequeños niños de la dependiente de la librería donde siempre comprábamos libros y yo nunca más Vd. a sonreír la pobre mujer. A mi me sorprendió mucho lo ocurrido – ninguna palabra oficial, ninguna investigación, ninguna excusa – oficialmente no había pasado nada y no había permitido ni siquiera hablar de eso. Pronto a mí me quedó muy claro que existen dos verdades – la hablada y la real. Muchos pasaban por lo mismo, los más impulsivos intentaron hacer algo contra el poder comunista pero era inútil. Me acuerdo lo ocurrido cuando estuve en el 4 o 5 curso de la escuela elemental. Cerca del edificio de la escuela estaba una casilla de telefonía con una pared blanca. Una mañana había aparecido un lema: “Muerte a los ocupantes rusos”. Cuando yo llegué a colé la escritura ya había desaparecido bajo una pintura fresca pero la escuela estaba llena de la gente desconocida – algunos en uniformes pero mayoría “en privado”. Todos tuvimos que escribir algunas frases que contenían dichas palabras y entregar a los desconocidos. Dentro un par de días había rumores que han encontrado el culpable - un niño del 6º curso. No sé si era verdad o no pero a este chico nunca más vieron. La gente desaparecía sin dejar rostro y no era aconsejable preguntar por ellos.
   Siendo un poco mayor, en la adolescencia, ya entendí mucho más. Había pasado por la organización infantil obligatoriamente voluntaria – Los Pioneros. Tuvimos que llevar siempre el pañuelo rojo de pionero, marchar en filas y al lema del jefe mayor: “¿Para la lucha por causa de Lenin estás listo?” contestar saludando “¡Siempre listo!”. Los niños tampoco se diferenciaron mucho de los adultos en plano de chistes:
·         Pregunta: ¿Sabes la diferencia entre la salchicha y el pionero?
                         Respuesta: A salchicha hay que la freír primero pero el pionero siempre
                         Está listo.
   Ya no me extrañaba que no pudimos pasear por la playa ni temprano por la mañana, ni después las 6 de la tarde, menos en verano cuando había permitido mirar al mar hasta el atardecer. Cada tarde con una máquina especial como un rastrillo enorme los soldados fronterizos labraron la arena en lo largo de los pocos kilómetros de la costa que no estaban incluidos en la enorme zona prohibida de entrar sin permisos especiales. Por la noche a intervalos muy seguidos enormes focos antiaéreos rastreaba cada centímetro del cielo en busca algo – no importa – entrando o saliendo porque las dos cosas eran prohibidas. No fueron pocos los cuales intentaron huir en barcas pesqueras pero prácticamente a todos los captaron, se pudieron llegar a la isla sueca más cercana - la Gotlandia - solo unos muy pocos.
   Siendo pequeño yo no entendí porqué en las Navidades antes de encender las velas en el árbol de Navidad mi madre siempre ponía gruesas mantas en las ventanas para que desde la calle no se pudiese ver nada. Más tarde ya lo sabia – patrullas especiales formadas por miembros de Komsomol (Jovenes Comunistas) paseaban por las calles y apuntaban las direcciones donde la gente celebraba la Navidad. En los años 50 esto podría costar una temporada de destierro en Siberia, más tarde simplemente estar en la lista negra.
   Nikita Jrushchov abrió un poco el grifo de aire, permitiendo no tener tanto miedo de desaparecer sin rastro, pero él fue más que muy poco sabio en la economia y sobre todo agricultura. Empezábamos a tener falta de alimentos básicos – el pan, la harina, el  azúcar, la mantequilla, la leche etc. Incluso con las tarjetas obligatorias de permiso para comprar los alimentos en cantidades muy limitadas tuvimos que estar muchas horas en larguisimas colas y no siempre tuvimos suerte porque los productos se agotaban rápido en la única tienda del barrio. Así era la verdadera realidad del socialismo ya montado y pudimos solo imaginarnos que nos esperaba en el gran futuro de la humanidad – el comunismo lo cual el mismo Jrushchov proclamó construir ya dentro 20 años.
   Otra pregunta a la Radio Armenia:
“¿Con qué el sistema soviético es superior de otros?”
Respuesta: “Con el hecho que los soviéticos siempre están superando dificultades las cuales no existen en otros sistemas.”
   Acabé el grado elemental (8 años) en el 1964, paralelamente estudiando en la escuela elemental de música  (7 años). En la edad de 14 años ya había decidido dedicar mi vida a la música y, a parte de mi vocación, esto fue una decisión para mi futura vida soñada fuera de las fronteras del imperio del mal. La lengua de música no tiene fronteras y las partituras tampoco. Así en el año 1964 aprobé los exámenes y gané la eliminatoria para una de las plazas de violonchelo en la escuela profesional de música de grado medio. Hay que reconocer que el sistema educativo de música fue una de las pocas cosas que era en buen nivel y yo me atrevo decir con toda la responsabilidad que en España estamos muy atrasados en este sentido y, por desgracia, el LOGSE no ha mejorado las cosas sino al revés. Para la URSS  el deporte y el arte fueron importantes medios de propaganda para ganar prestigio internacional y por esta razón no dudaron invertir en la educación de jóvenes con talento. La profesión del músico en mi país Letonia también siempre ha sido muy apreciada y prestigiosa – al contrario como con frecuencia nos tratan en España.
   Gran sorpresa y, naturalmente, gran alegría para nuestra familia fue el descubrimiento que mi hermana menor tiene un talento musical completamente fuera de lo habitual. En la edad de sus 7 (yo ya tenia 15) años tocábamos nuestro primer recital juntos. Cuando ella cumplió los 9 se convirtió en la pianista solista más joven que había tocado con la Orquesta Sinfónica de la Radio y TV de Letonia interpretando el Concierto de Mozart para piano y orquesta y la primera letona que ganó el tercer premio del prestigioso concurso infantil “Concertino Praga”. Mis padres entonces tomaron una decisión muy valiente – cambiar la vida de todos para que mi hermana pudiese estudiar en la única escuela especial de música de Letonia, la cual estaba en la capital Riga. No voy a aburriros contando todas las dificultades que tuvimos que superar, diré solo que los leyes soviéticos no permitieron contratar para cualquier trabajo las personas que no fueron empadronadas en la ciudad correspondiente con el sello obligatorio en el pasaporte pero en el mismo tiempo no fue permitido empadronar las personas cuales no tenían trabajo oficial...
   Fue un año muy difícil pero al final nuestros padres vencieron y obtuvieron el permiso de trabajo en la capital y permiso de comprar un piso cooperativo, lo cual fue posible solo gracias a vendida casita de mi abuela. Mi hermana fue aceptada en la escuela especial por unánime y yo pude trasladarme a la escuela profesional de música de grado medio, Jāzeps Mediņš, de Riga. Aunque yo nunca fue un alumno vago, pronto entendí que el nivel de la capital era bastante más elevado que en mi ciudad natal. Entonces me decidí por un trabajo fanático – 2 años de ejercicios diarios con violonchelo de 6 hasta 14 horas diarias, que significa absolutamente todo el tiempo libre. Valió la pena – en 1968 acabé el grado medio con “sobresaliente” en todas asignaturas interpretativas y obtuve una plaza de violonchelo en el grado superior.
   Mi padre cantó en una coral de hombres de muy alto nivel con el nombre de “Dziedonis” (“Cantante”). En el mismo año el tuvo la posibilidad de salir por la primera vez de la URSS para conciertos amistosos con la coral. Aunque era solo la Polonia socialista, el me contó la enorme diferencia de la vida aquí y allá.
   En diciembre mi padre de repente se sintió muy mal. La doctora de urgencias le trasladó al hospital y en seguida un doctor judío hizo la operación de apendicitis. En el DIA 12 yo fui al hospital a visitarle y nunca he olvidado sus palabras despidiéndonos – “Tenemos que intentar, hijo, a salir de esta prisión, posiblemente a Francia. Aquí no hay vida digna de un ser humano.” El día siguiente, el viernes 13 de diciembre le dieron alta en el hospital. Mi madre y mi hermana fueron acompañarle a casa. Ya por el camino mi padre empezó a sentirse mal. Desde la casa llamaron a urgencias y el doctor luchó 4 horas, pero no pudo hacer nada sin oxígeno y otros medios que nunca llegaron. Yo esta noche toqué un concierto lejos de la capital y la noticia de la muerte de mi padre recibí regresando a casa pasada ya la medianoche. La causa oficial de la muerte fue “aterosclerosis”, pero más tarde una enfermera honesta nos contó la verdad – la autopsia había revelado la negligencia del cirurgiano pero como el doctor era un camarada miembro del partido en el certificado de defunción oficial pusieron otra causa. Mi padre tenía solo 51 años...
    No éramos nadie. Tuvimos que aguantar cada DIA las mentiras sobre la historia y presente de nuestro propio pueblo, interminablemente agradecer al “gran hermano” el pueblo ruso por la liberación y gran felicidad del presente. Al mismo tiempo por todas partes sentíamos la humillación sin poder a defendernos. Existía un delito llamado “llamamiento al odio entre los pueblos soviéticos” El delito fue delito exclusivamente en casos cuando un leton hizo o dijo algo contra los rusos, al revés solo fue  “mal entendido”. Yo mismo he presenciado en varias ocasiones a muy conocida escena cuando un leton o letona en un autobús o tranvía preguntó: “Perdona - ¿usted  va a bajar en la parada siguiente?” y la respuesta fue más o menos así: “¡Hable en ruso, puta, joder! Yo no entiendo tu maldita lengua de perros!”. Y - ¡que no se te ocurra contestar en su estilo – podrías perder todo en un solo instante. Más que 700.000 letones estaban en la “lista negra” no pudiendo ni acceder a escuelas superiores, ni trabajar en puestos decentes. Estoy seguro que los ciudadanos españoles ni siquiera pueden imaginar cuanto me costó no cometer ni más mínimo error, no traicionar o denunciar a nadie y llegar donde estaba.
   Mi única posibilidad para conseguir mi meta era ser un profesional de alto nivel y políticamente impecable para la KGB la cual estaba detrás de todos y todo. Uno de los problemas graves eran dos de mis tíos paternos – uno había sido el policía y otro – oficial de la policía de bastante alto rango en los tiempos de Letonia libre. El primero tuvo la suerte de escapar con los alemanes y vivía con su familia en Estados Unidos, el otro había sido capturado por los rusos y fue ejecutado en Siberia donde  murió también el único hermano de mi madre. Para entender mejor que significó tener familiares en el extranjero o familiares “enemigos del pueblo” – otro chiste de la época:
·         Después muchos años se encuentran dos hermanos. El primero entre los vasos de vodka pregunta a su hermano: “Escucha, chico, tu en los tiempos de la república fascista eras un policía, en la guerra luchaste contra los comunistas, después de la guerra huiste en los bosques, después te encerraron. ¿Como puede ser que eres director de una enorme fábrica, eres destacado miembro del partido comunista, tienes elevado sueldo, amplio piso y casa en la playa? Pero yo toda mi vida he sido nada más que un simple trabajador y ni siquiera me permiten afiliarme en el partido comunista, aunque he dejado mi sangre en los campos de batalla defendiendo los bolcheviques. ¿Cómo se puede explicar esto?” El otro hermano contesta: “¿Es que no lo entiendes, viejo? Es muy sencillo - yo he arrepentido públicamente de mis pecados de la juventud pero tu tenias un hermano  fascista y por esto nunca podrás ser políticamente fiable.”
Claro que en la vida real a los del ejército nacional y alemán nadie los “perdonó” y la inmensa mayoría acabaron su vida en Siberia o fusilados.
   En nuestro caso el tío de Estados Unidos escribió solo a mi abuelo como un viejo amigo suyo con nombre y apellidos falsos. En todos los formularios oficiales yo contesté que no tengo parientes en el extranjero. Parece que funcionó porque pude afiliarse en la organización de Jóvenes Comunistas (aunque esto fue más bien obligatorio si querías estudiar en grado superior) y en el año 1969 yo por la primera vez pude salir de la URSS a Hungría como miembro de la misma coral donde antes cantó mi padre. Nunca olvidaré la sensación y las secretas lágrimas de felicidad cuando nuestro autocar dejó atrás las horas de humillantes controles fronterizos, las alambradas múltiples y cruzó la línea blanca en el puente entre los dos países. En el año pasado visité la Hungría otra vez y puedo decir que es un país económicamente retrasado pero en el año 1969 nos parecía casi como paraíso. Una semana de poder respirar libre aunque Hungría tampoco era país libre. Si alguien ha estado en Hungría puede vagamente imaginar nuestra vida si para nosotros hasta esto parecía paraíso. En el año siguiente tenia suerte de ir a Polonia para oír conciertos en el Festival de música contemporánea “El Otoño de Varsovia”. Después otra vez Hungría, ya como solista, Bulgaria con la orquesta de cámara de Filarmonía de Letonia y de repente respuesta negativa para ir a Alemania Oriental. ¿Qué pasó? - Parece que iba demasiado rápido, todavía no había logrado confianza. Otra vez Bulgaria con conciertos y por fin permiso para viaje privado a Alemania Democrática. Esto ya fue algo bueno, aunque muchos colegas empezaron a pensar que soy colaborador de KGB...
   Pronto me otorgaron la honorífica beca de V.I.Lenin – había una sola en todo conservatorio superior y, aparte de honor, la cantidad en rublos superó más que tres veces la beca habitual sobresaliente.
   Acabé conservatorio superior con el “diploma rojo” – honorífico, con prácticamente todas asignaturas “sobresaliente”.
   Dilema fue el servicio militar obligatorio. Por la ley no había permitido servir menos de 400 kilómetros del lugar de empadronamiento del futuro soldado. Intenté por todos los medios evitar el servicio pero no fue fácil – gané solo 6 meses de retraso. Menos mal que en el grado medio había estudiado también la trompeta y así obtuve la orden para una plaza en la banda militar de uno de los 3 regimientos de tanques de la ciudad Sovetsk en la región de Kaliningrad – así ahora llaman el territorio alemán, la antigua Prusia. Y la ciudad Sovetsk no es nada otra que la famosa Tilsit en la frontera con Lituania.
   Aunque nuestra tarea principal fue tocar, también participábamos en las maniobras como policías militares de tráfico. Puedo asegurar que tampoco era fácil – los jóvenes e inexpertos conductores de los tanques a veces desviaron algún u otro metro y muy posible que podrías acabar tus días bajo las orugas si no tenias cuidado.
   Y ahora voy a contar algo que parecerá un chiste pero es pura verdad que sucedió con mi mismo. Con frecuencia a la banda militar nos utilizaron como fuerza trabajadora. Entonces más o menos cada hora el sargento gritó: “¡Descanso para fumar! Quien no fuma - sigue trabajando.”  Claro que los jóvenes nadie estábamos tan tontos para seguir trabajando. Así yo empecé a fumar que duró bastantes años.
   Y otra cosa que tampoco es una broma. El primer mes yo intenté mantener mi dignidad humana cumpliendo ordenes pero discutiendo de cosas cotidianas en el tiempo libre con el jefe de la banda, un suboficial, tal Victorov, un hombre de 30 y tantos años con formación de grado elemental inacabado. Su filosofía era muy “amplia” y en general fue compuesta por dos temas: – “nosotros, los rusos, llevamos a todos pueblos la libertad y la felicidad” y la otra – “oh, como yo odio a los alemanes”. La solución de todos mis problemas fue muy fácil – compré un par de botellas de vodka y invité al jefe las beber conmigo. A partir de este momento mi vida cambió radicalmente y hasta fin del servicio militar fue como su mejor amigo. Obtuve permisos ilegales cada mes ir a mi casa para un par de días; tenia permiso a tocar en el club de los oficiales y muchos otros privilegios. Pero – podéis creer o no – más de la mitad de los días de mi año y pico de servicio militar hemos tomado alcohol – a veces solo un par de vasos, a veces bastante más...
   Volviendo del permiso ilegal era impensable no traer por lo menos 2 botellas de vodka. Normalmente una botella de vodka era de medio litro. Entonces, el tren de Letonia paraba en Sovetsk más o menos a las 5 de la madrugada. Yo, en ropa civil, ocultando mi cara de las patrullas militares si por casualidad alguien pueda reconocerme, anduve de prisa al piso del suboficial quien ya esperaba impaciente. Cambié la ropa y los dos fuimos a la caserna. En su despacho el vació la primera botella en dos vasos de té y cuando a las 6 de la mañana el resto de los soldados fueron despertados, nosotros ya pensábamos que la vida es bella hasta al lado de los tanques... Y – para los “moralistas” – en Rusia es así: si no bebes el vaso ofrecido – eres un desagradecido el cual no entiende el corazón de los rusos...
   Como al todo en esta vida llegó el fin de mi servicio militar – si no recuerdo mal fueron 379 días. Volví a Riga  a mi trabajo como konzertmeister  y ayudante de profesor en la cátedra de música de cámara.
   Antes de seguir en breve tengo que explicar el sistema de formación de los músicos en la antigua URSS y concretamente en la República de Letonia. Primero fue grado elemental de 7 o 8 años, paralelamente a la escuela primaria. En el grado elemental pudieron entrar los niños musicalmente dotados a partir de 7 años (en algunas ocasiones especiales, como el caso de mi hermana,  - antes de los 7 años). Normalmente en las 43 escuelas elementales de música en Letonia el concurso para las plazas contaba con 2 hasta 7 o 8 niños para una plaza. No hablo de la única escuela especial donde el concurso pudo llegar hasta 300 por la plaza o más. Es muy distinto y mucho más serio de España donde cada uno que tiene ganas puede pagar la matrícula y estudiar música, incluso si no tiene hasta el oído musical. Y, naturalmente, para ser famoso cantante es suficiente participar 3 o 4 meses en “Operación Triunfo”...
   Entonces, cuando acabas el grado elemental y has elegido intentar seguir con la carrera de músico, tenías 6 exámenes para entrar en la elegida de las 7 escuelas profesionales de la música de grado medio. Entraron los con mayor puntuación, podría ser un concurso hasta 20 o más para una plaza. La escuela de grado medio preparaba profesores para grado elemental y músicos de orquesta, aunque raras veces uno sin grado superior podría entrar en la plantilla de una orquesta profesional. A partir de grado medio ya eras subordinado del estado – a los mejores alumnos les pagaron una pequeña beca y al finalizar los 4 años del grado medio la inmensa mayoría tenia la obligación a trabajar 3 años en el lugar donde los mandaba la comisión estatal para jóvenes especialistas. Solo unos pocos mejores de cada escuela de grado medio recibieron la recomendación para el único conservatorio de grado superior de Letonia. Otra vez 6 exámenes y duro concurso para entrar en el grado superior. Después de los 5 años de grado superior tenias, en mi especialidad, la calificación de solista de orquesta y profesor para grado medio. Unos muy pocos recibieron la recomendación para la aspirantucha – son estudios de “post graduado” que se puede comparar  con el doctorado de aquí y los cuales fueron casi necesarios para poder en el futuro intentar formar parte de la plantilla de de profesores de grado superior. Es curioso que yo no pude convalidar todos mis estudios y calificación porque en España en mi especialidad no existe tan alto, digamos, rango. Yo obtuve la recomendación para la llamada plaza de la república en el conservatorio superior de Moscú. Plaza de la república significaba una plaza segura para la persona la cual fue recomendada por la comisión de la república correspondiente y lo único que se exigía fue ser en la altura de criterios de la aspirantucha correspondiente y, naturalmente, aprobar todos los exámenes. Yo no tenía tanta admiración hacia el conservatorio de Moscú, más bien al contrario. En Moscú toda la atención fue dedicada casi exclusivamente a la técnica o virtuosismo. En Letonia algunos profesores siguieron a esta línea pero en general los músicos no habían perdido el concepto europeo de verdadero arte musical donde el virtuosismo es solo la parte técnica necesaria para la expresión artística.
   A mi me sorprende mucho cuando veo que en Barcelona casi no vienen orquestas sinfónicas que no sean rusas – las de 2ª fila de Moscú, de Sankt Petersburgo, de Saratov, de Volgograd, de Minsk, de Rostov, de Cheboksari etc. En Letonia de antes estas orquestas obligadas de venir siempre tocaron en auditorios vacíos porque son de bajo nivel artístico. En Europa hace mucho tiempo ya saben que en Rusia hay solo 3 orquestas sinfónicas de alto nivel (la llamada de Mravinsky de Sankt Petersburgo, la Estatal de Moscú y la del Teatro Bolshoi) pero Barcelona parece ser muy contenta con las de poca monta.
   Entonces en el año 1975 yo empecé mi lucha particular para cambiar mi plaza de república en Moscú a Erevan, la capital de Armenia, para poder estudiar con el famoso profesor armenio Gheronthy Talaliyan. Ni en Moscú, ni en Letonia los ministerios correspondientes no entendieron mi decisión. A todos parecía increíble que uno puede querer cambiar el llamado “sueño de cada músico” – el conservatorio de Moscú – por el de Armenia en Caucaso. Me costó 4 años de lucha administrativa pero yo conseguí lo mió y en el año 1979 pude formar parte de los aspirantes del post graduado del Conservatorio Superior, Komitas, de Erevan, Armenia.
   Y aquí, en estas alturas, otro chiste que en la realidad es muy revelador:
       Pregunta:    “¿Quién es un francés?”
       Respuesta:  “ Un amante.”
                          “¿Dos franceses?”
                             “ Un duelo.”
                             “¿Muchos franceses?”
                             “ La revolución francesa.”
                             “¿Quién es un inglés?”
                             “ Un gentleman.”
                             “¿Dos ingleses?”
                             “ Boxeo.”
                             “¿Muchos ingleses?”
                             “ El parlamento británico.”
                             “¿Quién es un ruso?”
                             “ Un borracho.”
                             “¿Dos rusos?”
                             “ Una pelea.”
                             “¿Muchos rusos?”
                             “ Una cola en la tienda de vodka.”
                             “¿Quién es un judío?”
                             “Un vendedor.”
                             “¿Dos judíos?”
                             “El regateo.”
                             “¿Muchos judíos?”
                             “La orquesta sinfónica rusa.”
   Y es que en la realidad era así – prácticamente todos destacados o no tan destacados músicos de la URSS eran judíos – empezando con David Oistrakh, todos de la orquesta de cámara “Los virtuosos de Moscú” y finalizando con el compositor Dimitri Shostakovich, disidente secreto.
    Armenia fue una república exepcional – hasta la estadística soviética hablaba del 95% de habitantes armenios en el país. Como ejemplo contrario – Letonia, donde en 50 años habian introducido casi 1.000.000 de los llamados ruso hablantes.
    El 1979 fue un año de grandes cambios en mi vida – nació mi primera hija, fui nombrado profesor en el conservatorio superior, fui admitido como miembro del Partido Comunista y por primera vez me permitieron participar en un viaje turístico al mundo libre – Grecia y Chipre.
    Sin duda alguna alguien querrá preguntar: “Pero - ¿Cómo es posible que uno el cual se declara tan anticomunista entra en las filas del partido comunista más rojo que ha existido?”. Muy sencillo – porque los de KGB y gobernantes de todos niveles deberían pensar que soy como ellos – un miserable arribista y no me interesa nada más que mi propio bien. Y no fue fácil entrar en el partido comunista – las plazas para la llamada inteligencia fueron bastante limitadas – para poder ser candidato al partido yo tuve que esperar en cola de varios años.
    Las ganancias fueron rápidas – ya mencioné mi primer viaje al mundo libre. Desde Atenas en secreto escribí a mi tío de Estados Unidos y a Australia a una amiga de los tiempos del instituto de mi madre – las únicas personas a quienes pensé que podría confiar. Lamentablemente no recibí ningún apoyo – excepto una visita rara de la Alemania Federal – un señor el cual habló en letón y dio a entender a mí que la libertad hay que ganar y ofreció convertirme en un informador fijo para alguien en occidente – en otras palabras : ser espía aficionado. Si la CIA, MI6 inglesa o equivalente alemana hubiera ofrecido a mí investigar o examinar algunos objetos concretos o buscar algunos datos yo sin duda alguna estaría dispuesto a colaborar y posiblemente no hubiera podido hoy contar de lo ocurrido porque estaría fusilado. Pero lo que el dicho señor me ofreció no me convenció de nada y sacrificar mi vida por algo tan inconcreto y poco serio yo no pude aceptar.
    En el año siguiente yo obtuve una plaza en la delegación de la Letonia Soviética para un crucero amistoso – de Odessa a Habana. Lo importante era que el barco por el camino se paró en Estambulo, Atenas, Argel, Santa Cruz de Tenerife, Basse-Terre (Guadalupe) y ya la Habana. Esta vez todo fue mucho más vigilado – era permitido bajar del barco solo en grupos de 5 personas, formados por la dirección del crucero. Así no pude hacer nada porque no sabíamos quién de los 5 es informador de la KGB y sospechábamos mutuamente todos, menos el mismo informador, claro.
    Todo parecía resuelto al cabo de 3 años. Coincidiendo con el fin de mis estudios en Armenia en la primavera de del 1982 de repente el Ministerio de Cultura de la URSS ofreció a mi y mi entonces esposa el mandato para trabajar en Argelia como especialistas soviéticos dentro del Convenio de Cooperación argelo-soviético. A mí me parecía un milagro – hasta la fecha solo 3 músicos de toda Letonia habían podido recibir el permiso para trabajar en el extranjero, pero a nosotros lo ofrecieron...
    Después de una papelería y comisiones interminables el día 10 de noviembre por fin encontrábamos en el edificio del Comité Central del Partido Comunista de la URSS en Moscú para los últimos trámites del viaje. Mientras estábamos esperando en los pasillos se anunciaron por la radio interna a los miembros del partido la muerte de Leonid Brezhnev. Así yo estuve presente en un lugar histórico en la hora histórica...
    Al cabo 2 días llegábamos a Argel. Aunque yo no sabía en francés nada más que “mercí” y “bonjour”, en seguida tuvimos que empezar a trabajar, paso a paso aprendiendo el idioma. Puedo añadir que nunca los argelinos exigieron que aprendemos el árabe, siempre hablando con nosotros exclusivamente en francés. A nosotros esto parecía sorprendente porque la propaganda soviética había subrayado el odio de los argelinos contra los colonizadores franceses – ninguna sola vez durante mis años en Argelia no sentimos enemistad alguna contra los franceses o extranjeros en general.
    Juzgando las tierras argelinas del punto de vista de Europa es un país más bien tercermundista pero viniendo de la URSS de los 80 nos parecía un país rico y libre. Al cabo solo dos meses de trabajo ya pudimos comprar nuestro primer coche – y poco importa que fuera de segunda mano – en la URSS ni siquiera pudiéramos soñar de semejantes cosas.
    Volvemos otra vez a la Radio Armenia:
Pregunta: “¿Puede un ciudadano soviético comprar el  coche ahorrando de su sueldo?”
Respuesta (dentro 2 días): “Sentimos no poder contestar - todavía estamos riendo.”
    Aunque para mí no había dudas que no regresaremos a la URSS, tuvimos que aguantar porque yo quería ser honesto con los argelinos y cumplir con nuestro contrato laboral.
   En Argelia vivimos en pisos del Instituto Nacional de Música de Argel relativamente libres formando el grupo soviético de cultura. En los otros grupos – mineros, petrolíferos, médicos etc. – gobernaban leyes bastante más duras y casi en régimen de caserna. A nosotros tampoco era permitido mucho – ni amistades con los argelinos u otros extranjeros, ni viajes más lejos que 50 Km. de la capital, ni ausentarse del piso después de las horas del trabajo. El permiso de comprar el coche fue más bien propaganda para que los “otros” vean que somos igual libres para ir a la playa. Cada vez cuando salíamos teníamos que pedir el permiso al jefe del grupo, dándole el motivo de la ausencia y la dirección donde íbamos a estar. Y como siempre, para ser amigos y tener buenas relaciones – alcohol, mucho alcohol. Brandy, whisky o vodka en Argelia como un país musulmán eran muy caros pero si se trata de alcohol los rusos siempre saben encontrar alguna salida – había un trato con una farmacia polaca, unos 40 Km. de la capital, donde a nosotros vendieron alcohol puro de 96%. Se puede beber puro o rebajar con agua – esto ya era cosa del gusto, en cualquier caso lo que comprábamos fue de la fabricación natural, no como varios tipos de vodka en la URSS donde algunas marcas, dicen, fueron destiladas de carbón.
   Un poco más fácil fue cuando a mí me eligieron para el puesto de sindicalista de llamado triangulo: el jefe del grupo, el secretario del partido y el sindicalista el cual tenia su voto aunque el sindicado como tal era pura ficción. Con mi colega violonchelista argelino y su esposa hicimos un viaje inolvidable de más de 2000 km por el desierto de Sahara, mientras había pedido a los soviéticos el permiso de visitar a un alumno mió en una ciudad unos 100 Km. de Argel – Tizi-Ouzú. También formábamos un grupo internacional de música digiera – con la participación de alemanes occidentales, franceses, sirios, argelinos, el servidor y un percusionista cubano, mi colega del Instituto. Era un mulato encantador, muy mujeriego y muy fuerte como jugador de ajedrez. Tocábamos en varios sitios entre los cuales destacaban las embajadas de Cuba y Alemania Federal. El último concierto fue lo más importante para mí porque pude hablar con el embajador alemán en persona. Tuve también encuentros con agentes de la contraespionaje alemana a los cuales conté todo que les interesaba de odiada por mi la URSS. Años más tarde ya en España tuve contactos con una sección del contraespionaje española y puedo solo lamentar que los españoles no tenían la profesionalidad de los alemanes.
   Acercándose el fin del contrato las cosas empeoraron porque muy probable que íbamos a ser contratados para el 5º año – el contrato de máxima duración permitida para un ciudadano soviético en el extranjero. Durante varios meses en secreto un triunvirato de tres envidiosos comunistas (tales Yuri Krivov y Vladimir Bochkaryov de Moscú y un colaboracionista lituano Vitautas Sereika) espiaron cada paso mió e hicieron denuncias ante las autoridades soviéticas. Como curiosidad me acuerdo que el pianista Bochkaryov hasta el último rasgo de su rostro fue típico representante del pueblo comersante pero su mujer en cada ocasión posible subrayó que todos piensan que su marido es judío pero en la realidad es descendente de aristócratas rusos...
   Hablando de denuncias – eran muy habituales entre los especialistas soviéticos. En una reunión en la Embajada de la URSS, donde tuve que participar como “presidente del sindicato del grupo de la cultura”, incluso el mismo embajador, tal camarada Taratuta, nos contó lo ocurrido con 10 familias de médicos soviéticos: las 10 familias vivieron en mismo edificio y habían llegado hasta tal situación que ningún miembro de cada familia no hablaba siquiera con alguien de las demás pero cada familia escribía denuncias contra las 9 vecinas. ¡Y es un ejemplo contado por el mismo embajador soviético!
    Yo decidí actuar antes de lo provisto. Engañé al jefe directo y obtuve nuestros pasaportes. Llegando a Argelia era obligatorio guardar los pasaportes en la empresa cabeza soviética – más o menos igual como hoy en España lo hacen los chulos con los pasaportes de las prostitutas del Este. Lo mismo puedo decir del sueldo. Los argelinos pagaban a los cooperantes soviéticos igual que a los del Occidente. Es lógico que sueldo de un simple petrolero, por ejemplo, fue bastante inferior comparándolo con el de un médico. El papel de chulo en este caso interpretó, parece, la embajada, quedando con la diferencia porque absolutamente todos recibimos la misma cantidad más baja aunque hasta el sueldo reducido fue unas 15 veces mayor que podríamos soñar de ganar en la URSS.
    Con los pasaportes en nuestros manos pedimos ayuda a los alemanes. También pedí a nuestros amigos argelinos la ayuda para recibir permiso extraordinario de salir del país. Pero el día siguiente por la noche en nuestro piso apareció el jefe directo camarada Pankratov y obligó a devolver los pasaportes. Esto ya fue grave.
    Por la mañana temprano estuvimos en casa de un diplomático alemán Friedrich Nehl, a quién pensamos nuestro amigo por las relaciones amistosas de par de años y también relaciones musicales porque su mujer fue cantante-solista del nuestro conjunto. Por desgracia señor Nehl no fue muy comprensible y corto en seguida mi relato con un gesto obsceno. De sus poco amables palabras entendí que el estaba ofendido por el hecho que habíamos hablado primero con otros nuestros amigos alemanes e incluso con el Embajador de Alemania Federal. No me sentí culpable por eso porque nosotros tuvimos prisa pero señor Nehl apenas hace dos días había vuelto de vacaciones. Igual tuvimos que salir de su casa sin ni siquiera una palabra esperanzadora.
    No sabía que hacer. Hablé con mi amigo español, el profesor de guitarra. Intervino su mujer y contó mi historia al cónsul español quien dentro de media hora, dicen, ya estaba en la embajada estadounidense pidiendo ayuda porque la Embajada de España en Argelia no tenia posibilidades sacarnos del país. Se sabe que en seguida los americanos mandaron un telegrama a Washington pidiendo permiso ayudarme.
    El día siguiente recibí la última noticia del señor Nehl que la Embajada alemana no ayudará.
    Todos nuestros amigos intentaron buscar soluciones. Los alemanes (sin señor Nehl...) consiguieron mapas especiales, el equipo de desierto y prismáticos nocturnos para que podemos llagar hasta Túnez, pero había poca garantía que los tunecinos no nos devolvieran a Argelia por cruzar la frontera ilegalmente. Un amigo franco/sirio encontró contrabandistas los cuales por 3.000 dólares estaban de acuerdo trasladarnos a Francia, pero la garantía que no acabaríamos en el fondo del mar con todos nuestros dólares en los bolsillos de los contrabandistas fue aun más escasa. La mejor solución fue la francesa – salir de Argelia en el yate privado de un amigo francés. Solo tuvimos que aguantar una semana más hasta la llegada del yate.
    Demasiado tarde nos comprendimos toda la traición. Los soviéticos habían recibido un “chivatazo”, el contenido de lo cual no sabemos ni siquiera hasta hoy. El culpable fue nuestro gran amigo de la “Isla de la Libertad”, como los rusos llamaban a Cuba, René Jesús Vergara Gómez el cual además de ser el profesor de percusión resultó también un agente del espionaje cubano. Haciendo pasar por amigo y fingiendo ser disidente, el a través de las conversaciones con nuestros amigos comunes alemanes había averiguado nuestros planes. El concierto en la embajada cubana fue una simple tapadera para que los jefes de él pudieran conocernos...
    El día 10 de noviembre de 1985 por la noche en nuestro piso aparecieron el mismísimo primer secretario de la embajada soviética el coronel Grechko (para los que no están familizados con el sistema soviético hay que explicar que el puesto del 1-r secretario de la embajada siempre era para la cabeza de KGB en el país correspondiente), ya mencionado jefe directo Pankratov y otro chekista más. Nos comunicaron que el día siguiente temprano nos van a trasladar a la URSS para “nuestra propia seguridad”... Para que no hagamos “alguna tontería”, nos explicaron, mientras preparamos las maletas toda la noche en nuestro piso se quedarán los dos hombres de la KGB. Fuera del piso en los pasillos comunes hicieron guardia el jefe del grupo y secretario del partido. Años después el profesor español me contó que el profesor-espía cubano apareció en su piso y no dejaba a ellos solos ni un minuto hasta la madrugada cuando nosotros ya estábamos en el aeropuerto.
    He pensado mucho en un episodio. El coronel Grechko en persona acompañó a mí hasta nuestro coche, aparcado un poco lejos. Yo me senté al volante y encendí el motor mientras el chekista se desplazó hasta la puerta de copiloto. En este momento, durante los más o menos 10 segundos como en el cine por mi cabeza pasaron no sé cuantos variantes para salvarme. Lo más verosímil hubiera sido arrancar y recorrer los 15 kilómetros hasta la Embajada de los Estados Unidos y pedir asilo político. Mi coche Peugeot 504 era más potente que su Fiat ruso y Mirafiori, aparcados a unos 400 metros. Yo había aprendido bien el estilo árabe de conducción y seguramente llegaría antes que ellos. El problema era mi hija y mi mujer en el piso bajo la guardia de los otros. Si yo hubiera podido imaginar la conducta posterior de mi ya primera ex esposa, posiblemente hubiera decidido a escapar, pero en el dicho momento crucial yo no fui capaz salvarme solo y decidí compartir todo con mi familia.
    Así por la mañana temprano ya estuvimos en el aeropuerto de Argel. Tuvimos que esperar y fingiendo la necesidad de ir al baño consigué llamar a mi amigo argelino y en escasas palabras avisar lo ocurrido. Después nos conducieron por puertas traseras sin control de pasaportes hasta el avión con billetes con nombres falsos.
    Las horas del vuelo de Argel hasta Moscú me acuerdo como las más largas y difíciles de mi vida. No sabíamos lo que nos esperaba – todo dependía de lo que sabia la KGB...
    Tomábamos tierra en Moscú. En lugar de un especial e inconfundible coche negro silencio total. Fuimos a casa de mi amigo moscovita – un pianista ruso con quién antes habíamos trabajado juntos en Argelia. Intentábamos averiguar algo en el Ministerio de Cultura de la URSS. Allí no sabían nada y quedaban muy sorprendidos porque contra mi no habían recibido ninguna denuncia oficial. Aun más – yo “honestamente” había pagado el soborno anual ilegal-obligatorio al jefe directo tal Solovyov y la otra jefa el nombre de la cual ya no me acuerdo. Esto podria convertirse en una “bomba” también para ellos si a mi obligarían de hablar. Nada. Volvimos a Letonia. La KGB local interrogaron a nosotros pero estaba claro que ellos tampoco sabían algo. Todo fue muy raro. En fin dentro de varias semanas recibimos la acusación formal de la Embajada de la URSS en Argelia para explicar nuestra repatriación. Sostenía 5 “delitos” en orden siguiente:
1.      Regreso a Argelia en el barco después de las vacaciones en la URSS sin pedir permiso para tal medio de transporte.
2.      Ausencia no autorizada de nuestro piso en horas de tarde y noche.
3.      Participación no autorizada en conciertos en la Embajada de Cuba en Argelia.
4.      Relaciones amistosas no autorizadas con un ciudadano español.
5.      Reacción no adecuada a las advertencias del jefe del grupo.
    5 crímenes muy graves... Muy extraña era la conducta de los cubanos – no había ni menor duda que ellos habían colaborado en mi secuestro secreto pero en tal caso - ¿porqué no habían contado a los rusos todo lo que sabían? Yo era anticomunista convicto dentro del Partido Comunista de la URSS entonces era lógico que yo era también un enemigo convicto de la dictadura castrista. Si los rusos hubieran sabido todo yo debería estar detenido para juzgar a mi según el punto 52.b/prim. del Código Penal de la llamada República Soviética de Letonia lo cual dice: “Por intento no volver a la Patria Soviética lo cual no puede ser cualificado en otra manera como acto enemistoso contra la URSS se castiga con privación de todos los bienes y 15 años en los campos de trabajos forzosos o en casos graves con la pena de muerte.” Yo hubiera entrado en la categoría del delito muy grave por tener contactos con el contraespionaje alemán – tales delitos calificaban exclusivamente como la traición de la Patria y el castigo era solo uno – la fusilación.
    Las acusaciones oficiales no resultaron tan graves para que yo no podría mantener mi versión que lo ocurrido fue consecuencia de mentiras de 3 personas envidiosas. Tenia que luchar por mantener el carné de del comunista porque había una ley no escrita pero conocida por todos – que no se podría juzgar a un miembro del Partido Comunista. Me defendí como podía y en final recibí un castigo lo más leve posible – reprensión oficial del partido con apunte en el expediente personal. Claro que para mi esto fue un gran alivio aunque igual los próximos seis años tuve que vivir con los nervios al tope por la alerta continúa porque en cualquier momento los rusos podrían conocer la verdad y en tal caso no habría la salvación posible.
    Las consecuencias en África fueron siniestras para los 3 denunciantes y luego para el grupo soviético de cultura en Argelia en general. Normalmente los soviéticos sacaron su gente “peligrosa” del país sin problemas sin problemas (según el embajador – más o menos eran 30 al año), excusándose ante los argelinos casi siempre con problemas del salud del especialista desaparecido. Así los rusos presentaron en el ministerio de la Cultura y Turismo de Argelia un documento falso fabricado por verdaderos médicos de la policlínica de la embajada soviética (puedo añadir que hasta hoy no sé que horrible enfermedad oficial yo sufrí el 10 de noviembre de 1985 para que tenia que ser urgentemente trasladado a Moscú...). Pero – esta vez problemas para los soviéticos sí que empezaron porque por la primera vez los argelinos sabían de primera mano lo ocurrido. Dentro de par de meses los 3 comunistas denunciantes recibieron una carta oficial que Argelia ya no necesita sus servicios. Esto fue como una bomba porque hasta la fecha Argelia nunca había cancelado algún contrato en esta forma. Todos los inténtenlos de obligar a los argelinos de cambiar la resolución fracasaron y cada vez más duras conversaciones diplomáticas acabaron con la cancelación de todos los contratos del grupo de cultura soviético como tal. Entonces puedo estar orgulloso por haber podido ser causa de un pequeño conflicto internacional y poder ayudar un poco a descubrir que se esconde detrás del “gran prestigio” soviético – por lo menos en un país magrebí.
    Pero – no olvidamos que mi vida siguió en la URSS. Aunque había tenido una suerte increíble, ya no era de confianza. No me echaron del trabajo pero no pude ejercer como profesor, solo como adjunto para prácticas y como responsable administrativo de la orquesta sinfónica de estudiantes. “Políticamente dudoso comunista” – otra vez más paradoja.
    Así yo existía hasta el año 1988. En fin del año 1986 3 obreros de mi ciudad natal Liepaja fundaron el Grupo para la Defensa de los Derechos Humanos “Helsinki-86” (el nombre por la Conferencia de Paz en la capital de Finlandia Helsinki). Había mucho jaleo pero como en el Occidente ya sabían y defendieron el grupo a ellos no encarcelaron en seguida. Para mi personalmente todo cambió cuando en el grupo entró y  pronto fue elegido como dirigente el médico-jefe del hospital provincial importante de la región de Rezekne Dr. Juris Vidiņš, también miembro del partido, naturalmente. En seguida lo expulsaron del partido y en todos los medios de la comunicación se empezó una campaña de calumnias y mentiras contra él, pero para mi era como un segundo respiro. Fui a Rezekne, en una vieja guia telefónica encontré la dirección del Dr.Vidiņš y me presenté en su casa. Estaba preparado para todo y él comprendió a mí. Luego ambos pensabamos de la mejor manera para mi actuación. Por fin decidí acceptar la propuesta del doctor – luchar contra la demagogia con la demagogia – contra los comunistas desde posiciones de un comunista.
    En la madrugada del día 17 de marzo de 1988 una larga carta mia para Gorbachov en leton fue transmitida a Munich para la redacción letona de la Radio “Europa Libre” y por la mañana siguiente yo mandé la carta en ruso a su destinatorio el Secretario General del Partido Comunista de la URSS Mijail Gorbachov y entregé una copia en letón al secretario del partido de mi trabajo. En los dias siguientes la radio “Europa Libre” empezó a leer mi carta cada día un fragmento – esto era necesario como la única garantia para mi que la KGB no van a poder actuar rápido y en secreto.
     Después de primeros dias de turbación el aparato atacó. Empezaron interminables reuniones en los buros del partido – desde mi trabajo hasta el Comité Central. No fue fácil aunque no perdí ninguna batalla. Es increible como se puede manipular todo desde el punto de vista de la teoria marxista si tienes conocimientos del tema. Y también un poco de picardia con las obras de los clasicos marxistas porque los altos cargos del partido comunista nunca han estudiado bien la teoría y nunca saben con certeza si la cita es de Lenin, Marx, Engels o simplemente inventada por oponente. Finalmente yo oficialmente fue rehabilitado por completo pero a mi ya no interesaba mantener el carnet del odiado partido.
    Mientras tenia que andar por las reuniones complicando la vida a los secretarios y buros del partido también participé en las actividades antisistema y contra la ocupación pero esto ya es otro tema. He tenido que ser testigo presencial de muchas cosas – desde los eufóricos congresos de la fundación de las Frentes Populares en Estonia y Lituania (“Sajūdis”) hasta las balas trazadoras de los kalashnikov´s de la unidad de asalto soviética atacando al Ministerio del Interior de Letonia. Lo único que orgullosamente como patriota y músico quiero mencionar es el hecho que por la primera vez después de la II Guerra Mundial el Himno Nacional de Letonia, 50 años estrictamente prohibido, fue instrumentado por mi y abiertamente interpretado por una pequeña banda de 7 hombres (el octavo se asustó y no apareció) también con mi participación en la funeral de un gran patriota Gunārs Astra donde acudieron varios decenas de miles de gente. Y aquí una anécdota real – los de KGB encontraron a todoas los músicos en seguida pero tardaron varios dias para dar conmigo: ellos buscaban entre todos los trompetistas del país porque a mi conocian solo como violonchelista.
    A veces pienso que mis amigos alemanes tenian razón cuando insistieron que tengo que buscar un amigo escritor porque una novela basada en lo visto y vivido por mi puede convertirse a un bestseller. No lo sé, no creo que tanto, aunque al mejor sí que podria ser un toque decisivo para algunos a revisar sus simpatias hacia el socialismo y comunismo.
   
    El 16 de septiembre del año 1991 yo dejé mi país. Todavia no habia ninguna posibilidad salir de Letonia directamente al extranjero – tenia que ir a Moscú y desde allí volar hasta Argel porque mi colega argelino era el único extranjero quien amablemente envió a mi la invitación oficial sin la cual era imposible recibir el visado para salir de entonces todavía la URSS. De Argelia viné a España. Ya han pasado casi 20 años – la tercera parte de mi vida. Trabajé en Galicia, en Madrid y desde 2002 estamos en Barcelona. En cualquier caso se puede imaginar que ya no estoy aquí por el miedo y tampoco para buscar un trozo más grande de pan con o sin mantequilla.
    Mi hermana Līga Skride y sus 3 hijas – mis sobrinas – son muy conocidas, para no decir famosas, en todo el mundo de música. La sobrina mediana, la violinista Baiba Skride, es la más galardonada – ganadora de muchos prestigiosos concursos, entre otros el Grand Prix del Concurso de la Reina Isabel en Bélgica – el más dificil e importante que hay para violinistas. Toca un instrumento del mismisimo Stradivarius, ofrecido por la Colección Estatal de Japón. La menor, la pianista Lauma Skride, entre otros tantos también ganó hace ya años el primer premio en Barcelona, el concurso de María Canals.
    Mi mujer es barcelonesa, catalana. Para ella no fue muy fácil a vivir en Madrid y decidimos a trasladarnos a Barcelona. Cuando se empezó lo nuestro el primero que hice fue comprar el diccionario y un manual del catalán. Lamentablemente la realidad en Cataluña muy pronto me obligó a transformarse. Puedo confirmar que en la ciudad condal he recibido insultos hacia mi como letón y profesional más absurdos pero por eso no menos dolentes que nunca antes. Solo dos fragmentos de dos conversaciones entre mi y mi jefe catalán. La “profesional”, para llamarla en alguna manera, fue después que yo, cansado de tocar de partituras inapropiadas, hice un libro de arreglos para cuarteto. Dentro un par de semanas en lugar de agradecerme el jefe dijó: “Sabes – tus cuartetos no suenan cuando tocan tres personas...”. Yo fui tan sorprendido por el hecho que uno que dice ser músico con diploma superior puede decir una tonteria tan grande que no contesté aunque deberia decir: “Sabes – tu coche es muy malo porque no andará cuando le quitaremos una rueda...”.
    La otra conversación fue aun más “fuerte”. Sus palabras fueron literalmente así: “Para nosotros todos vosotros – los letones, los armenios, los estonios etc. – todos sois rusos. Hay que acostumbrarse y ser orgulloso de eso.” Yo pregunté: “¿Entonces tengo que entender que debo pensar de ti como un español más?”. La respuesta fue: “No,no, no,¿qué va? – Yo no puedo identificarme con los madrileños, los andaluces etc...”.
    Alguien de los grandes filosofos dijó que el pueblo el cual no estima a otros pueblos no tiene derecho a esperar que otros pueblos van a estimarlo.
    He estudiado la historia y puedo discutir de muchas cosas, escuchando argumentos contrarios, pero en Cataluña hasta he tenido que oír que no tengo ni idea del socialismo y es mentira que en la URSS viviamos mal. Me estan obligando de ver hechos históricos desde punta de vista totalmente alterado, muchas veces tan absurdo que parece ofender mi capacidad de sano razonamiento. He oído y leido de todo – que en el reino de Aragón la lengua oficial era el catalán, que en la realidad Miguel de Cervantes era un catalán de Alicante Miquel Servant, catalán también aunque de Mallorca era Cristobal Colon, que en la época de Franco solo por intentar hablar en catalán simplemente fusilaron, que todo el mundo en el resto de España tienen enorme envidia hacia los catalanes e intentan ahogarlos economicamente, politicamente, futbolisticamente etc. Lo más interesante es que nadie ha podido explicarme exactamente de que cosas todo el mundo tienen tanta envidia.
    Hasta una hermana de mi mujer, antes una persona razonable, inteligente y cariñosa, ya ni siquiera habla con nosotros por no compartir sos delirios nacionalistas sugeridos e inspirados por su psicologa. ¡Vaya médicos hay en Cataluña!
    Voy a traducir unas palabras del Embajador de Letonia en Moscú Andris Teikmanis, citadas por el periodista finés Jukka Rislaki:
              “...escuchando esta información un ciudadano sencillo de Rusia [...] piensa que de verdad cada mañana la capital letona cruzan marchando Legiones de SS y en Letonia para un letón la comida favorita en el desayuno es un ruso y solo después [de comerlo] el letón puede empezar el día provechoso...”
    Y una otra cita – esta vez del libro “Adiós Cataluña” de Albert Boadella:
              “Lamentablemente [...] mi tribu, la cual, por mucho que la realidad demuestre lo contrario, sigue empeñada en creer que cuando un ciudadano de Madrid se levanta por la mañana lo primero que le pasa por la cabeza es: ¿Qué putada les puedo hacer hoy a los catalanes?”
    ¿No son muy parecidas las dos citas?
    Lamentablemente la Generalitat apoya la captura de gente joven y poco sabia de otros países para crear las llamadas asociaciones culturales como ocurrió con algunos inmaduros letones para la Asociació Cultural Catalunya-Letonia. A mis preguntas la Asociació no contestó. Es muy signicativo porque existe un protocolo de rangos: Letonia es estado y no debe crear una asociación con una parte de otro estado – no creo que funccionaria algo parecido, digamos: España-New Mexico. Y – no hay ni más minima similitud en las relaciones históricas entre Cataluña – España y los Países Bálticos – Rusia. Hace casi 20 años en el periódico “La Voz de España” leí un artículo muy lógico y argumentado: “Cataluña no es Lituania”. Una nación (y estado nacional) se apoya sobre 3 “elefantes” comunes: la historia, el idioma y la religión. Los Países Bálticos no tienen ningun “elefante” común con Rusia, Cataluña con España – los 3.
    Personalmente yo no oculto mi más que fundado odio hacia el estado ruso por el daño que ellos han hecho durante siglos a mi pueblo y como el más cruel imperialista, pero nunca he pensado que todos los rusos son mis enemigos. Muchos son buenas personas y tampoco acceptan la fuerza maligna de los gobernadores de su país. El día 2 de junio de 2010 hasta fuí testigo a favor de un violinista ruso de nuestra empresa en un juicio a causa de su despido injusto. Y, curiosamente, yo fuí el único testigo de los empleados actuales porque los no pocos rusos se negaron a defender su amigo y compatriota. Aunque habia intentos de represalias estoy muy contento porque esta vez la justicia ganó – la juez dio la razón al violinista.
    Pero también hay muchos rusos los cuales han crecido en atmósfera de la supremacía rusa – y esto, puedo asegurar a todos, es algo mucho más espantoso y peligroso que por todos criticada teoria racial de Adolf Hitler. Pocos latinos entienden el ruso por eso muchos turistas rusos no se molesten  ni siquiera bajar la voz criticando, burlando o prepotentamente insultando la gente en Francia, Italia o España pero yo sí que entiendo su lengua y, como mi aspecto exterior es diferente de rusos, no les alerta mi presencia. En algunas cosas Lenin tenia razón y una de ellas es el lema: “¡Hay que saber el idioma del enemigo!”...


    Soy europeo, nacido en bella Letonia y orgulloso de mi pasaporte español. Creo en la victoria de la razón pero no puedo dejar de advertir a todos del peligro de las para algunos exteriormente atractivas ideas de los comunistas. Lamentablemente en España hay bastante gente los cuales no han entendido nada de las lecciones de la historia relativamente reciente de Europa y propia España. Mi pueblo nativo, el pueblo letón, y nuestros vecinos, los estonios, han perdido cada uno por lo menos una cuarta parte de su fuerza vital que incluso en cifras absolutas es bastante más que los españoles perdieron en la Guerra Civil y en porcentaje más que cualquier otro pueblo en las 2 guerras mundiales.
    Otra vez voy a citar Timothy Garten Ash: “En las posiciones del Occidente hacia el nazismo y comunismo hace mucho tiempo existe algo raro que el escritor británico Ferdinand Mout ha calificado como “la asimetria de indulgencias”. Hace un par de años en Copenhague yo cené en un restaurante con el nombre “KGB”. Cuando pregunté a la camarera, la cual iba vestida en poco erroneo uniforme de la KGB, ¿cuál es su rango?, ella contestó: “¡Pero yo soy Stalin!”. Es dificil imaginar algún restaurante con el nombre “Gestapo”.”
    Es muy lamentable que en Europa Occidental, en España en particular y sobre todo en Cataluña la gente no piensa de las casi 100.000.000 de victimas del comunismo y no entienden la rol destacada de Fransisco Franco en la liberación de la Peninsula Ibérica del peste comunista que seria una dictadura mucho más cruel que la llamada franquista. Basta con recordar las palabras de Largo Caballero, citadas por el periódico “El Liberal” de Bilbao de 20 de enero de 1936: “...si triunfamos [en las elecciones] colaboramos con nuestros aliados [del Frente Popular], pero si triunfan las derechas nuestra labor habrá de ser doble, colaborar con nuestros aliados dentro de la legalidad, pero tendremos que ir a la guerra civil declarada.” El periódico “El Mundo Obrero” de 5 de marzo del mismo año expresó aun más claro la meta de los socialistas y comunistas: “...reconocimiento de la necesidad del derrocamiento revolucionario de la burguesia y la instauración de la dictadura del proletariado en la forma de soviets.” Las orgias macabres de Santiago Carrillo, Dolores Ibarruri, las llamadas “chekas”, miles de “consejales” soviéticos etc. duraron pocos años pero suficiente para que la gente pudiera apreciar la pesadilla de la dictadura de izquierdas. En su tiempo Karl Marx escribió: “El fantasma del comunismo deambula por Europa” – entonces los que creemos en la libertad tenemos que hacer todo lo posible para que este fantasma desaparece para siempre.
    Como señal de mi admiración hacia los dos grandisimos violonchelistas españoles, nacidos en Cataluña – Gaspar de Cassadó y Pablo Casals – y como llamada al entendimiento y razonamiento de todas naciones y nacionalidades que suena la famosa melodia de “El Cant dels Ocells” – “El Canto de los Pajaros”.

Viesturs Vecbastiks